Yahya Sinwar, líder de Hamás en Gaza, expresó a sus aliados días antes del ataque terrorista del 7 de octubre de 2023 contra Israel que un “acto extraordinario” resultaba necesario para interrumpir las negociaciones de normalización entre Israel y Arabia Saudita. Un documento hallado por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en Gaza, según informó el Wall Street Journal, revela esta estrategia.
Diversos documentos de los últimos años, revisados por el periódico, muestran la preocupación de Hamás ante el acercamiento diplomático saudí hacia Israel. El grupo terrorista diseñó planes para obstaculizar este proceso, según el informe publicado el domingo. Funcionarios de inteligencia árabes confirmaron al Journal la autenticidad de los textos, aunque Israel no emitió comentarios oficiales.
En una reunión del 2 de octubre de 2023, Sinwar afirmó que el acuerdo entre Arabia Saudita y “los sionistas” avanzaba con rapidez. Advirtió que dicho pacto abriría la puerta a que otros países árabes e islámicos siguieran el mismo camino. Por ello, propuso ejecutar un ataque planificado durante dos años para alterar el equilibrio regional y fortalecer la causa palestina.
El líder de Hamás, asesinado por las FDI un año después del inicio de la guerra, confiaba en que grupos terroristas aliados de Irán se unirían a la ofensiva, según el Journal. Un informe de septiembre de 2023, también incautado por Israel, recomendaba intensificar la violencia en Judea, Samaria y Jerusalén para reducir las posibilidades de normalización entre Jerusalén y Riad. Este texto criticaba a Arabia Saudita por sus “esfuerzos limitados” para contrarrestar a Hamás.
Un documento secreto de agosto de 2022, redactado por la cúpula militar de Hamás, exigía una “reposición” para preservar la causa palestina frente a la ola de normalización árabe. Este plan incluía mayor coordinación con Hezbolá, el grupo terrorista libanés. En octubre de 2022, Hamás anunció una vacante en su Departamento de Cooperación Árabe e Islámica para liderar iniciativas diplomáticas contra la normalización, promoviendo boicots a entidades vinculadas con Israel.
Aunque Israel y Arabia Saudita no mantienen relaciones diplomáticas formales, sus lazos se han fortalecido en los últimos años debido a la amenaza común de Irán. En noviembre de 2020, el primer ministro Benjamin Netanyahu se reunió con el príncipe heredero saudita Mohammed bin Salman, en el primer encuentro público reportado entre ambos.
La administración de Joe Biden buscó incluir un acuerdo de normalización en un “mega acuerdo” con Riad, pero requería avances políticos para los palestinos. Antes del ataque de Hamás, que dejó 1.200 muertos y 251 rehenes, las negociaciones habían progresado significativamente. Sin embargo, la guerra posterior paralizó estos esfuerzos, y Arabia Saudita comenzó a exigir pasos concretos hacia un Estado palestino debido al aumento de la solidaridad regional con Gaza.
El presidente Donald Trump, comprometido con relanzar los Acuerdos de Abraham, ha prometido un pacto de normalización entre Israel y Arabia Saudita. Durante una visita a Riad el martes, como parte de una gira regional sin incluir a Israel, reconoció que el proceso será más lento de lo esperado.
Documentos similares hallados en Gaza ya han generado controversia. En 2024, el tabloide alemán Bild publicó un texto presuntamente obtenido por las FDI, relacionado con un escándalo de filtraciones en la Oficina del primer ministro de Israel. Un reservista habría extraído ilegalmente el archivo y lo entregó a un asistente de Netanyahu, quien lo trasladó a Bild pese a la prohibición de la censura militar.
El programa alemán “Panorama” afirmó haber obtenido el documento completo, asegurando que Bild distorsionó su contenido. Mientras el tabloide presentó el texto como prueba de que Hamás no buscaba un alto el fuego serio, “Panorama” reveló que el grupo estaba dispuesto a una tregua de 84 días con un plan para poner fin al conflicto.