Hashem Safieddine, el principal dirigente de Hezbolá que se esperaba sucediera al asesinado secretario general del grupo terrorista, Hassan Nasrallah, ha muerto en un ataque israelí a principios de este mes, según la confirmación del propio grupo.
Desde el asesinato de Nasrallah, Safieddine había estado liderando Hezbolá junto a su secretario general adjunto, Naim Qassem. Se anticipaba que sería elegido formalmente como el próximo secretario general del grupo terrorista, aunque hasta el momento no se había realizado un anuncio oficial al respecto.
Pariente de Nasrallah, Safieddine había formado parte del Consejo de la Yihad de Hezbolá, el cual es responsable de las operaciones militares del grupo. Además, ocupaba el cargo de jefe del consejo ejecutivo, encargado de supervisar los asuntos financieros y administrativos de Hezbolá.
Durante el año de hostilidades con Israel que culminó en la muerte de Nasrallah, Safieddine asumió un rol protagónico, representando a Hezbolá en funerales y otros eventos, donde Nasrallah no pudo estar presente durante mucho tiempo por cuestiones de seguridad.
La muerte de Safieddine debilita aún más el liderazgo de Hezbolá, en un contexto donde los ataques israelíes continúan afectando el sur del Líbano, el este del valle de Bekaa y los suburbios del sur de Beirut, áreas que son bastiones del grupo. Los combatientes de Hezbolá están tratando de repeler las incursiones terrestres israelíes.
Ayer, Israel confirmó la muerte de Safieddine.