Líderes iraquíes e iraníes han llegado a Beirut para asistir al funeral de Hassan Nasrallah, ex jefe de Hezbolá, quien será sepultado el domingo casi cinco meses después de morir en un ataque aéreo israelí. La ceremonia busca exhibir poder político tras el debilitamiento del grupo en la guerra pasada.
Nasrallah murió el 27 de septiembre cuando un bombardeo israelí impactó un búnker en los suburbios del sur de Beirut, donde se reunía con comandantes. La ofensiva de Israel golpeó con dureza a Hezbolá, dejándolo considerablemente mermado.
Considerado un símbolo entre sus seguidores, Nasrallah lideró Hezbolá durante décadas, consolidándolo como una fuerza militar con influencia en la región y erigiéndose como una figura clave en el mundo árabe.
El funeral también rendirá homenaje a Hashem Safieddine, quien tomó el mando de Hezbolá tras la muerte de Nasrallah, pero fue abatido por Israel días después. Su entierro se realizará el lunes en el sur del Líbano, destacando la profunda infiltración de la inteligencia israelí en el grupo.
“El evento servirá para reafirmar la presencia de Hezbolá. Una multitudinaria asistencia busca demostrar que sigue siendo la principal fuerza chiíta en el Líbano”, afirmó Mohanad Hage Ali, del Centro Carnegie para Oriente Medio.
La guerra pasada dejó miles de combatientes de Hezbolá muertos y devastó extensas áreas de Beirut y otras zonas donde el grupo tenía presencia. Además, la caída de Bashar al-Assad en Siria interrumpió el flujo de suministros desde Irán, debilitándolo aún más.
Este declive se refleja en la política libanesa. Hezbolá no ha logrado imponer su voluntad en la formación del nuevo gobierno y su influencia sobre el arsenal militar ha sido excluida del discurso oficial del gabinete.
El jeque Sadeq al-Nabulsi, clérigo cercano a Hezbolá, sostuvo que muchos consideran derrotado al grupo, pero el funeral servirá como prueba de su continuidad y resistencia.
La ceremonia se desarrollará en el Estadio Deportivo de la Ciudad Camille Chamoun, el más grande del Líbano, en una zona controlada por Hezbolá. Nasrallah será enterrado en un sitio designado exclusivamente para él.
Su muerte representó un duro golpe para Irán, cuyo Cuerpo de la Guardia Revolucionaria creó Hezbolá en 1982. También afectó a las milicias chiítas aliadas en la región, que lo tenían como referente.
Entre los asistentes se espera la presencia del ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, y una delegación iraquí de políticos chiítas y comandantes de milicias. También viajará una delegación hutí de Yemen encabezada por su Gran Muftí.
Para facilitar la llegada de iraquíes al funeral, Iraqi Airways ha habilitado vuelos adicionales hacia Beirut, según el Ministerio de Transporte iraquí.
Mientras sus seguidores lo ensalzan por su oposición a Israel y su desafío a Estados Unidos, sus detractores lo ven como el líder de una organización terrorista y un agente de Irán en su lucha por el control regional.
Nasrallah había sido enterrado temporalmente junto a su hijo Hadi, muerto en combate en 1997. Su funeral oficial se programó tras la retirada parcial de las fuerzas israelíes del sur del Líbano, conforme al alto el fuego promovido por Estados Unidos.
Aunque Israel ha replegado la mayoría de sus tropas, mantiene cinco posiciones estratégicas en colinas del sur.
la guerra se intensificó cuando Hezbolá lanzó cohetes contra Israel el 8 de octubre de 2023, en respaldo a Hamás, tras el ataque de este grupo en el que murieron 1.200 personas y 251 fueron tomadas como rehenes.