Hezbolá está investigando cómo la ubicación de su comandante Fuad Shukr fue revelada a Israel, permitiendo su eliminación en Beirut, según informó el medio de comunicación afiliado al grupo, Al-Janoubia.
La semana pasada, el cuerpo del comandante fue encontrado bajo los escombros de un ataque aéreo israelí, confirmaron agentes de Hezbolá a Reuters. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) admitieron la autoría del ataque y señalaron que Shukr había sido responsable de la muerte de 12 niños drusos en Majdal Shams.
Herzi Halevi, jefe del Estado Mayor de las FDI, declaró después del ataque que “las FDI saben cómo operar y llegar a una determinada ventana en un barrio de Beirut; también saben cómo atacar en un determinado punto del metro, y también sabemos cómo maniobrar en el interior con mucha fuerza”.
Una fuente anónima de Hezbolá comentó a Al-Janoubia que la principal teoría dentro del grupo es que, debido a las estrictas medidas de seguridad que Shukr seguía, evitando toda tecnología que pudiera delatar su ubicación, es posible que alguien de dentro del grupo haya filtrado la información o que agentes israelíes se hayan infiltrado en sus filas.
La fuente detalló que Shukr evitaba la tecnología que requería voz, reconocimiento facial o huella dactilar, y que sus movimientos eran estrictamente controlados por la seguridad del grupo. “La dirección del partido [Hezbolá] está segura de que en sus filas hay redes de agentes israelíes de alto nivel infiltradas”, aseguró la fuente, añadiendo que temen que Israel posea información detallada sobre la estructura del grupo, incluidos nombres, fotos, números de teléfono, direcciones y datos de audio.
Además, se reveló que el día de su asesinato, Shukr, un exoficial de la Seguridad general, se trasladó desde un complejo religioso en el suburbio de Beirut a Haret Hreik, donde tenía una oficina. Solamente un número reducido de personal de seguridad estaba al tanto de este movimiento.
Hezbolá detiene a agentes por filtraciones en asesinato de líder
Hezbolá ha comenzado a detener a miembros de su organización que conocían la ubicación de Shukr antes de su asesinato. Según las fuentes, “las sospechas recaen sobre un alto agente de seguridad de Hezbolá que estaba al tanto de la localización de Shukr y su invitado en el edificio atacado, ya que esperaban una señal de él para una próxima reunión con Sayyed Hassan Nasrallah, poco antes del asesinato”.
Este oficial de seguridad, conocido por sus tensiones con el cuerpo yihadista del grupo, ha sido puesto bajo arresto domiciliario mientras se desarrolla la investigación. Las actividades de este agente han sido suspendidas, y el partido ha decidido no divulgar detalles sobre los eventos internos en su seno.
La muerte de Shukr ha generado cuestionamientos sobre cómo se obtuvo información acerca de otros líderes terroristas eliminados previamente. Las fuentes señalaron que este incidente recordó al asesinato de Saleh al-Arouri, líder de Hamás, en un área supuestamente segura del suburbio sur, donde se encontraba bajo la protección del comité de seguridad liderado por Hajj Wafiq Safa y asistido por Hajj Ali Ayoub.
Se explicó que el comité de seguridad de Hezbolá controla estrictamente los movimientos de seguridad en el suburbio, y que incluso los servicios de seguridad no pueden operar allí sin la autorización y coordinación directa con Wafiq Safa. La red de cámaras instalada en calles y edificios está bajo el control de este comité.
Además, temores similares se han manifestado en Irán. Según el New York Times, en Teherán se han realizado numerosas detenciones en busca de aquellos involucrados en la reciente eliminación del líder de Hamás, Ismail Haniyeh.