Los islamistas hutíes en Yemen informaron que, tras el inicio del alto el fuego entre Israel y Hamás en Gaza, reducirán sus ataques en el mar Rojo a embarcaciones relacionadas con Israel. Sin embargo, advirtieron que podrían retomar ataques más amplios si se rompe el acuerdo de cese al fuego.
Este anuncio, comunicado inicialmente el domingo por la noche mediante un correo dirigido a transportistas, no parece suficiente para restaurar la confianza en esta crucial ruta comercial entre Asia y Europa. Los ataques hutíes han reducido significativamente el tránsito en la región, afectando los ingresos de Egipto, gestor del Canal de Suez.
Jakob P. Larsen, de la organización BIMCO, señaló que el alto el fuego se percibe como frágil. Según indicó, cualquier violación del acuerdo podría provocar una escalada de hostilidades y que los hutíes amplíen sus amenazas contra el transporte marítimo global.
El líder hutí Abdul-Malik al-Hutí reafirmó esta postura el lunes, destacando que actuarán de inmediato si Israel reanuda agresiones en Gaza o intensifica el bloqueo sobre la población. Según Al-Hutí, los hutíes están listos para coordinarse con los combatientes palestinos en caso de escalada.
El Centro de Coordinación de Operaciones Humanitarias de los hutíes indicó que las sanciones a otros barcos, impuestas desde noviembre de 2023, se detendrán con la implementación total del alto el fuego. No obstante, el centro no descartó reanudar ataques contra Estados Unidos y el Reino Unido si estos retoman acciones militares en su contra.
Desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás en octubre de 2023, los hutíes han atacado más de 100 barcos comerciales. Muchos de estos ataques, según los rebeldes, buscaban presionar a Israel para detener la ofensiva en Gaza, aunque algunas embarcaciones afectadas tenían escasa relación con la guerra.
La industria naviera ha reaccionado con cautela. Empresas como Ambrey subrayaron que será necesario observar las próximas semanas para determinar si los hutíes cumplen con su declaración.
El Ministerio de Salud de Gaza, bajo control de Hamás, reportó más de 46,000 muertes en los enfrentamientos, aunque no distingue entre civiles y combatientes. Israel, por su parte, afirma haber matado a 18,000 combatientes y sostiene que busca minimizar las bajas civiles, a pesar de las tácticas de Hamás de usar zonas civiles como escudos.
El apoyo de Irán a los hutíes ha sido clave en sus operaciones, que incluyeron el hundimiento de dos buques y la captura de otro, causando la muerte de cuatro marineros. Estados Unidos, Europa e Israel han respondido con ataques aéreos, interceptando drones y misiles lanzados por los rebeldes.
Además, la reciente toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos podría influir en la situación. Trump podría restablecer la designación de los hutíes como organización terrorista, lo que aumentaría las tensiones. Jakob P. Larsen destacó que este panorama añade incertidumbre sobre las medidas que adoptará la nueva administración en relación con la guerra.