El líder de Hezbolá, Naim Qassem, sostiene que los movimientos para desarmar al grupo en el Líbano responden a un “plan israelí-estadounidense” y acusa a Israel de incumplir el alto el fuego alcanzado el año pasado.
En este contexto, y bajo fuerte presión de Estados Unidos, además de la posibilidad de una ampliación de los ataques israelíes, se espera que el ejército libanés complete antes de que termine el año el desarme de Hezbolá al sur del río Litani, situado a unos 30 kilómetros (19 millas) de la frontera con Israel. A continuación, se prevé que el proceso abarque el resto del país y alcance al grupo respaldado por Irán.
Para Qassem, “el desarme es un plan israelí-estadounidense”. A su juicio, exigir el control exclusivo de las armas mientras Israel comete agresiones y Estados Unidos impone su voluntad al Líbano, con el consiguiente despojo de poder, no responde al interés del país, sino al de Israel.
El alto el fuego establecía la evacuación del sur del Líbano por parte de Israel y de Hezbolá, con el despliegue del ejército libanés en sustitución de ambos. Israel se retiró de todos los puestos salvo cinco posiciones estratégicas a lo largo de la frontera.
Desde entonces, las FDI aseguran haber matado a más de 380 operativos de Hezbolá y miembros de grupos terroristas aliados, haber alcanzado cientos de sitios del grupo y haber efectuado más de 1.200 incursiones y otras operaciones de menor escala en el sur del país. Según las FDI, estos ataques tienen como objetivo impedir los intentos de Hezbolá de reconstruirse en violación del acuerdo.
En paralelo, Israel cuestiona la eficacia del ejército libanés y acusa a Hezbolá de rearmarse, mientras que el propio grupo rechaza los llamados a entregar sus armas. En un discurso televisado, Qassem afirma que el despliegue del ejército libanés al sur del Litani solo resultaba necesario si Israel cumplía sus compromisos: poner fin a la agresión, retirarse, liberar prisioneros e iniciar la reconstrucción. En consecuencia, sostiene que, mientras el enemigo israelí no implemente los pasos del acuerdo, el Líbano no tiene obligación de adoptar ninguna medida en ningún nivel antes de que Israel cumpla lo que le corresponde.
Por su parte, el jefe del ejército libanés, Rodolphe Haykal, señaló el martes en una reunión militar que la institución se encuentra en la fase final de la primera etapa de su plan y añadió que define con cuidado las fases posteriores del desarme.
