Los islamistas hutíes de Yemen, respaldados por Irán, advirtieron que retomarán sus ataques contra barcos israelíes si en cuatro días no se reanudan los suministros de ayuda humanitaria hacia Gaza.
Abdulmalik al-Huthi, líder del grupo, declaró en un discurso televisado que, si Israel continúa bloqueando la entrada de ayuda a la Franja de Gaza después de ese plazo, reiniciarán sus ofensivas en el mar Rojo contra intereses israelíes.
Los hutíes, que controlan amplias zonas de Yemen, han lanzado numerosos drones y misiles contra embarcaciones vinculadas a Israel y otras naciones en respuesta a la guerra en Gaza. Sin embargo, suspendieron estas acciones tras el inicio de un alto el fuego en enero.

El cese de hostilidades, en vigor desde el 19 de enero, permitió la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, pero el domingo Israel bloqueó las entregas. El gobierno israelí justificó la medida alegando que Hamás se negó a aceptar una propuesta para extender la tregua inicial y liberar a más rehenes.
La advertencia hutí ocurre poco después de que Estados Unidos volviera a incluir al grupo en su lista de organizaciones terroristas extranjeras y sancionara a siete de sus líderes.
Durante la guerra en Gaza, los hutíes lanzaron misiles y drones hacia Israel, causando evacuaciones masivas y algunos impactos que resultaron en muertes y daños materiales, incluyendo una escuela y zonas turísticas en Eilat.
Además, el grupo atacó embarcaciones israelíes y extranjeras en el mar Rojo, afectando el comercio global. Israel respondió con bombardeos sobre posiciones hutíes en Yemen, mientras que Estados Unidos y el Reino Unido también llevaron a cabo ataques en represalia.

Los hutíes aseguraron que sus ofensivas cesarían solo cuando finalizara la guerra en Gaza, y desde la tregua no han realizado nuevos ataques contra Israel.
la guerra en Gaza se desató el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás llevó a cabo una incursión en el sur de Israel, dejando 1.200 muertos, en su mayoría civiles, y secuestrando a 251 personas.
El acuerdo de alto el fuego, estructurado en tres fases, permitió la liberación escalonada de rehenes a cambio de la retirada progresiva de tropas israelíes. La primera etapa, de 42 días, concluyó el sábado, y según lo pactado, Israel y Hamás debían iniciar negociaciones para la segunda fase el 3 de febrero.

Sin embargo, Israel se ha resistido a avanzar en esas conversaciones, ya que la segunda fase exige la retirada total de Gaza y el fin definitivo de la guerra. El primer ministro Benjamin Netanyahu ha reiterado que no aceptará esos términos hasta desmantelar completamente a Hamás.
Durante la primera etapa del acuerdo, 33 rehenes israelíes fueron liberados, ocho de ellos sin vida, a cambio de la excarcelación de casi 2.000 palestinos, incluidos terroristas convictos. Además, cinco ciudadanos tailandeses retenidos en Gaza fueron liberados en una negociación aparte.