En su primer discurso como nuevo líder de Hezbolá, Naim Qassem ha afirmado su intención de seguir el “programa de trabajo” de su antecesor, Hassan Nasrallah, incluyendo la continuación de la guerra contra Israel.
Qassem elogió el ataque llevado a cabo por Hamás el 7 de octubre de 2023, destacando que el grupo terrorista seguirá brindando apoyo al pueblo de Gaza y enfrentando la amenaza que Israel representa para toda la región.
Con las banderas de Hezbolá y del Líbano de fondo, y un retrato de Nasrallah visible, Qassem aseguró que las operaciones militares de Hezbolá, desde su fundación en 1982 hasta la actualidad, han sido efectivas para evitar el establecimiento de asentamientos israelíes en territorio libanés, a pesar de que los líderes israelíes nunca han manifestado intención de colonizar tierras en Líbano.
Para justificar la guerra en la que Hezbolá ha involucrado a Líbano, Qassem declaró que Israel ha violado repetidamente la Resolución 1701 de la ONU, que busca la desmilitarización del sur de Líbano, al infringir el espacio aéreo del país 39.000 veces desde 2006. Además, afirmó que las Fuerzas de Defensa de Israel se habían estado preparando para un conflicto contra Líbano incluso antes del ataque del 7 de octubre de 2023.
Hezbolá, considerado un grupo terrorista que busca la destrucción de Israel, ha violado la Resolución 1701 acumulando fuerzas cerca de la frontera, destinadas a una eventual invasión del norte de Israel. Israel, por su parte, ha llevado a cabo ataques regulares en Líbano, argumentando que estos son necesarios para limitar los esfuerzos de Hezbolá por armase y planear ataques contra el Estado judío.
Qassem también destacó que el grupo enfrenta una “guerra estadounidense, europea y mundial para poner fin a nuestra resistencia”. Subrayó el apoyo de Irán al grupo chií, afirmando que este “no exige nada a cambio” y manifestando que “cualquier apoyo de cualquier país árabe a nuestra lucha es bienvenido”.