La agencia de seguridad israelí Shin Bet señaló en un informe reciente que la ayuda financiera de Qatar a Gaza facilitó el fortalecimiento del ala militar de Hamás, lo que habría contribuido al ataque del 7 de octubre de 2023 contra Israel.
Qatar calificó estas afirmaciones como “falsas” y las atribuyó a una estrategia política para desviar la atención de los errores de seguridad israelíes. En un comunicado, la Oficina de Medios Internacionales de Qatar subrayó que los fondos enviados a Gaza fueron transferidos con pleno conocimiento y supervisión de las autoridades israelíes, incluidas administraciones pasadas y el propio Shin Bet.
El gobierno qatarí negó que su ayuda haya sido entregada a Hamás y cuestionó la intención detrás de las acusaciones, sugiriendo que buscan prolongar la guerra. Además, instó a Israel a concentrarse en la liberación de rehenes y en una solución duradera para la seguridad regional en lugar de responsabilizar a Qatar.
Pese a la controversia, Doha reafirmó su compromiso con la mediación diplomática, insistiendo en que el diálogo es el único camino hacia la paz para palestinos e israelíes.