La familia Hadad de la ciudad sureña de Netivot tuvo una angustiosa huida el martes cuando su casa sufrió un impacto directo de un cohete desde la cercana Gaza. Gracias a la vigilancia de la familia, nadie resultó herido en el ataque.
Desde el martes por la mañana se han disparado cientos de cohetes contra comunidades israelíes tan al norte como en Tel Aviv, tras el asesinato selectivo del comandante de la Jihad Islámica Baha Abu al-Atta en un ataque aéreo anterior al de las FDI en la Franja de Gaza.
“Inmediatamente nos dimos cuenta de que el cohete había aterrizado dentro de la casa”, dice Batsheva Hadad.
“En cuanto salimos, vi un agujero en el techo de la cocina y otro en el comedor. Es como si un volcán hubiera entrado en erupción dentro de nuestra casa”, dice Batsheva, añadiendo que no podía dejar de llorar por la conmoción.
La familia Hadad está de luto por una hija que recientemente perdió a causa del cáncer.
“Ayer tuve un mal presentimiento. No he estado bien”, dice a los medios de comunicación.
Na’ama Davidi, la vecina de los Hadad, dice que dos sirenas sonaron en rápida sucesión.
“La primera vez no llegué a un lugar seguro, pero sí llegué al área protegida cuando sonó la segunda sirena”, dice.
“Vi llamas desde mi ventana y estaba segura de que mi casa había sido golpeada”, dice.
“Mi mensaje a todos es que tomen todas las precauciones necesarias y corran a las áreas protegidas. Yo también solía ser complaciente, pero ya no lo soy”.