El país centroeuropeo de Suiza podría seguir la decisión de su vecino Alemania y prohibir todas las actividades de Hezbolá en su territorio.
El consejo federal suizo acordó el miércoles examinar una solicitud titulada “Informe sobre las actividades del islamista chiíta Hezbolá en Suiza”. El Jerusalén Post examinó la solicitud que podría conducir a la prohibición total del movimiento terrorista mundial Hezbolá en Suiza.
La iniciativa fue lanzada por el Partido Popular Demócrata Cristiano de Suiza, cuando la política del partido Marianne Binder presentó la iniciativa en junio.
El lenguaje de la iniciativa legislativa anti-Hezbolá dice que “El 30 de abril de 2020, Alemania prohibió todas las actividades del islamista chiíta Hezbolá. Alemania justificó la decisión con el hecho de que Hezbolá está llamando a la lucha armada y rechazando el derecho de Israel a existir”.
La iniciativa continúa diciendo que “La UE prohibió previamente el brazo [militar] que se dedicaba a actividades terroristas. Se desconoce qué actividades desarrolla Hezbolá en Suiza. Sin embargo, dada la neutralidad de Suiza, no se pueden legitimar las actividades de Hezbolá y también es aconsejable un informe por razones de política de seguridad”.
La prohibición total de las actividades de Hezbolá en Suiza significaría la prohibición de los símbolos de la organización libanesa y la incautación y congelación de sus cuentas bancarias y activos en territorio suizo.
Además de Alemania, el Reino Unido, Lituania y los Países Bajos han prohibido toda la organización de Hezbolá. La Unión Europea se limitó a declarar ilegal el denominado “brazo militar” de Hezbolá en 2013 y permitió que su “brazo político” operara y recaudara fondos y reclutara nuevos miembros para el movimiento de Hezbolá en Beirut (Líbano).
La Liga Árabe, Israel, los Estados Unidos, el Canadá y muchos países de América Latina han designado a toda la entidad de Hezbolá como movimiento terrorista.
El ex embajador de los Estados Unidos en Alemania, Richard Grenell, desempeñó un papel crucial para convencer al gobierno alemán de que prohibiera todas las actividades de Hezbolá en abril.