El grupo terrorista Al-Shabaab, afiliado a Al-Qaeda en Somalia, anunció el sábado su determinación de enfrentar cualquier intento de Israel de “reclamar o usar partes de Somalilandia”, después de que Jerusalén reconociera al territorio separatista como entidad soberana, lo que el movimiento consideró una provocación directa.
“No lo aceptaremos y lucharemos contra ello”, señaló Al-Shabaab en un comunicado difundido tras el anuncio israelí, en el que la organización dejó clara su disposición a responder con violencia a cualquier acción vinculada con ese reconocimiento diplomático.
En el mismo texto, el portavoz Ali Dheere sostuvo que el reconocimiento israelí de Somalilandia como Estado soberano evidenciaba que “ha decidido expandirse hacia partes de los territorios somalíes” con el objetivo de respaldar “a la administración apóstata en las regiones del noroeste”.
Aunque Al-Shabaab mantiene una presencia limitada en Somalilandia, el grupo acumula más de 17 años de insurgencia contra el gobierno federal somalí con apoyo internacional. La seguridad mejoró de forma notable en Mogadiscio, pero los combates continúan a unos 60 kilómetros de la capital.
El año pasado, un terrorista suicida y un atacante armado del grupo asesinaron a 32 personas en una playa de Mogadiscio. Además, un coche bomba causó cinco muertos en la capital y un asedio prolongado a un hotel dejó tres muertos y 27 heridos.
Israel anunció el viernes el reconocimiento oficial de Somalilandia, un paso histórico para la república autoproclamada que en 1991 declaró su separación unilateral de Somalia, sin obtener desde entonces un respaldo formal amplio de la comunidad internacional.
El gobierno de Mogadiscio denunció de inmediato un “ataque deliberado” contra su soberanía. Egipto, Turquía, el Consejo de Cooperación del Golfo y la Organización de Cooperación Islámica, con sede en Arabia Saudí, también condenaron públicamente la decisión israelí.
Especialistas regionales consideran que un acercamiento a Somalilandia permitiría a Israel mejorar su acceso al mar Rojo, lo que podría facilitar operaciones militares y tareas de vigilancia contra los hutíes islamistas respaldados por Irán en Yemen.
Informes periodísticos previos indicaron que Somalilandia figuraba entre varios territorios africanos dispuestos a recibir gazatíes dentro de un plan, hoy casi abandonado, para reasentar a parte de la población de la Franja, aunque ninguna de las partes confirmó esos datos.
“Es una humillación del más alto nivel hoy, ver a algunos somalíes celebrando un reconocimiento por parte del primer ministro israelí [Benjamín] Netanyahu” cuando “Israel es el mayor enemigo de la sociedad islámica”, afirmó Dheere en otra declaración incluida en el comunicado.
Somalilandia ocupa cerca de un tercio del territorio de Francia y coincide en gran medida con el antiguo protectorado británico del mismo nombre. Cuenta con moneda propia, fuerzas armadas y policía, y muestra una estabilidad mayor que la de sus regiones vecinas.
Pese a no contar con reconocimiento formal de otros países, varios Estados mantienen oficinas de enlace, entre ellos Reino Unido, Etiopía, Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Dinamarca, Kenia y Taiwán. La administración Trump insinuó recientemente un posible cambio de postura.
La falta de reconocimiento internacional dejó a Somalilandia en una situación de aislamiento político y económico, a pesar de su ubicación estratégica en una de las rutas comerciales más transitadas del planeta, que conecta el océano Índico con el canal de Suez.
Tras el anuncio israelí, el gobierno de Somalilandia expresó su intención de incorporarse a los Acuerdos de Abraham, firmados en 2020 bajo mediación de la primera administración Trump, que normalizaron relaciones entre Israel y varios países árabes.
El Canal 12 informó que el presidente de Somalilandia, Abdirahman Mohamed Abdullahi, realizó en octubre una visita secreta a Israel, donde se reunió con Netanyahu, el jefe del Mossad David Barnea y el ministro de Defensa, Israel Katz.
Según la cadena, los vínculos bilaterales se desarrollaron mientras Israel buscaba países dispuestos a acoger a gazatíes que pretendía trasladar fuera de la Franja durante la guerra, una iniciativa que fracasó ante el rechazo internacional En agosto reabrió su embajada en Zambia, cerrada desde hacía más de medio siglo.
