Alrededor de doce proyectiles de mortero fueron disparados contra una posición militar del Ejército de Defensa de Israel (Tzáhal) al norte de la Franja de Gaza. Aparentemente, se trataría de un ataque de la Jihad Islámica Palestina. No se registraron reportes de heridos.
Momentos más tarde, el Ejército de Defensa de Israel respondió con fuego aéreo y de tanques, atacando cuatro posiciones de observación del grupo terrorista islámico Hamás cerca de Beit Hanun en el noreste de la Franja.
Oficiales de seguridad ordenaron las suspensión del tránsito de trenes entre Ashkelon y Sderot. Los agricultores recibieron órdenes de evacuar los campos situados en las cercanías de Gaza. Asimismo, todos los trabajos en la valla fronteriza de Gaza fueron suspendidos.
Uno de los agricultores evacuados de la zona relató al diario Yediot Aharonot.
“Cinco trabajadores estaban en un huerto en una plantación cerca de la frontera. Repentinamente, escuchamos varias explosiones, una tras otra. Nos tiramos al piso y pusimos nuestras manos sobre nuestras cabezas. Creíamos que nos estaban disparando”.
“Las explosiones duraron cerca de cinco minutos. Cuando terminaron, tomamos nuestras herramientas y disparamos a toda velocidad. Estábamos muy asustados. Fue impresionante”.
Una hora más tarde, se escucharon las sirenas del sistema de alerta temprano Color Rojo, que resultaron ser una falsa alarma en Sderot y el Consejo Regional Negev.