Cientos de árabes se amotinaron el lunes por la noche en varios puntos conflictivos de la ciudad de Lod, disparando fuegos artificiales a los agentes de policía, quemando una sinagoga e intentando incendiar una comisaría.
Los judíos que defendían su vida repelieron a los alborotadores abriendo fuego.
Un árabe que recibió un disparo durante los disturbios murió de sus heridas en el hospital Assaf Harofeh. Otro árabe llegó al hospital por su cuenta, también con heridas de bala y en estado moderado.
El presidente del Partido Sionista Religioso, MK Bezalel Smotrich, pidió al ministro de Seguridad Interior, Amir Ohana, y a la policía que enviaran grandes fuerzas a Lod. “Lo advierto una vez más, los acontecimientos en Lod están fuera de control y la respuesta policial dista mucho de ser suficiente. Disturbios en decenas de puntos conflictivos. Un terrorista asesinado, lo que, Dios no lo quiera, intensificará los acontecimientos”.
“El beit midrash de la mejiná fue incendiado, lo mismo que el nuevo museo de mosaicos. Un lote incitado. Si alguien de arriba no entra en razón inmediatamente, esta noche acabará en desastre”, advirtió Smotrich.