La Unión Europea ha retirado la financiación de una ONG palestina después de que la organización se negara a firmar una cláusula antiterrorista en el contrato.
El viernes, la UE escribió al Centro de Recursos BADIL para los Derechos de Residencia y Refugiados Palestinos para informarles que se había cancelado la financiación de 1,7 millones de euros para un proyecto de tres años, titulado “Movilización por la Justicia en Jerusalén”. Según una declaración en el sitio web de BADIL, el proyecto tenía por objeto “aumentar la resistencia de los palestinos y poner de relieve las violaciones de los derechos humanos por parte de Israel y los crímenes internacionales en Jerusalén”.
“En base a su respuesta concluimos que BADIL no puede cumplir las Condiciones Generales tal como están, y por lo tanto estamos obligados a considerar que su solicitud ya no es válida”, mencionaba la carta, según BADIL.
El BADIL ha dicho que el despido del proyecto se produjo tras una serie de correspondencia entre la organización y los funcionarios de la UE sobre la cláusula antiterrorista. El ANEXO II de las condiciones generales relacionadas a las subvenciones de la UE incluye una estipulación, el artículo 1, 1.5bis, que señala: “Los beneficiarios de las subvenciones y los contratistas deben asegurarse de que no se detecte a los subcontratistas, las personas físicas, incluidos los participantes en los cursos prácticos y/o de capacitación, y los receptores de apoyo financiero a terceros, en las listas de medidas restrictivas de la UE”.
Varios grupos terroristas palestinos aparecen en estas listas, entre ellos la Jihad Islámica Palestina (PIJ), el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y Hamás, entre otros. Además, en diciembre del 2019, varios funcionarios de la ONG fueron arrestados por el asesinato de la israelí Rina Schnerb, de 17 años.
Sin embargo, múltiples ONG palestinas se han negado a firmar la cláusula, insistiendo en que la estipulación equivale a una interferencia ilegal en el proceso político de Palestina por parte de organismos externos. A finales de diciembre del 2019 lanzaron una “Campaña Nacional Palestina para Rechazar la Financiación Condicionada”, de la que BADIL formó parte.
En su declaración, BADIL mencionó: “La objeción de BADIL al artículo 1.5bis se basa en el hecho de que la firma del contrato criminaliza la lucha palestina contra la opresión y exige a la organización receptora que realice procedimientos de “screening”, lo que equivale a vigilar a su propio pueblo. La inclusión de este artículo a los contratos con organizaciones palestinas contradice el papel nacional de las instituciones de la sociedad civil palestina en la lucha por la libertad del colonialismo y el apartheid israelí”.
Mencionaron que la cláusula equivalía a la “aceptación y adopción de las alegaciones del lobby sionista y de las campañas israelíes”, con el objetivo de “criminalizar la lucha de los palestinos”.
El movimiento se produce poco después de que el comisario de ampliación de la UE, Olivér Várhelyi, prometiera ordenar una investigación sobre si los fondos de la UE estaban siendo utilizados para financiar el terrorismo palestino. Durante una reunión en mayo, Várhelyi afirmó: “No hay financiación del terrorismo con fondos de la Unión Europea, mientras haya fondos de la Unión Europea que no se produzcan, esto no se tolerará, y si se produce, se rectificará. Y yo mismo me encargaré de que se haga y se entregue”.
Ese compromiso se produjo poco después de que el instituto de investigación, ONG Monitor, alertó al presidente de la Comisión Europea de que Sven Kuehn von Burgsdorf, jefe de la Oficina del Representante de la UE en Judea y Samaria y Gaza, había asegurado a las organizaciones palestinas que no perderían la financiación en virtud de la cláusula. Una investigación de la ONG Monitor descubrió que en los últimos nueve años la UE ha entregado 25 millones de euros a grupos palestinos que se han negado a vetar el terrorismo.
La vicepresidenta de ONG Monitor, Olga Deutsch, informó a The Jerusalén Post: “Aplaudimos a la UE por mantenerse firme ante la presión y hacer cumplir su cláusula antiterrorista. Nos alegra ver que, al cancelar estos millones de euros, el examen de la Comisión de la UE del mes pasado sobre la financiación de las ONG como BADIL ya está dando frutos, y esperamos con interés los resultados completos del examen. No hay duda de que los grupos radicales como BADIL, que no solo tienen un historial de promoción de antisemitismo y rechazo a Israel, sino que se comprometerán a trabajar con el terrorismo, no tienen por qué recibir financiación de la UE o de cualquier otro gobierno. Esperamos que la UE examine más a fondo los 25 millones de euros que encontramos que dio a tales grupos desde el 2011”.