La Fuerza Aérea de Estados Unidos desplegó una fuerza de tarea de bombarderos B-52H Stratofortress en la Base Aérea Andersen, ubicada en Guam, como parte del ejercicio de gran escala Resolute Forces Pacific (REFORPAC), que involucra unas 300 aeronaves. La operación busca reforzar la presencia militar estadounidense en la región del Indo-Pacífico en medio de crecientes tensiones estratégicas con China.
Los B-52H partieron desde la Base Aérea de Minot, en Dakota del Norte, bajo la supervisión del Comando de Ataque Global de la Fuerza Aérea (AFGSC), responsable de la flota nacional de bombarderos. El despliegue corresponde al 23º Escuadrón Expedicionario de Bombardeo, subordinado a la 5ª Ala de Bombardeo, y se inscribe dentro del enfoque del Pentágono de utilizar fuerzas expedicionarias en lugar de mantener presencia permanente en diversas regiones del mundo.
AFGSC informó que “múltiples” B-52 forman parte de esta fuerza de tarea, aunque no precisó la cantidad exacta de aeronaves involucradas. Sin embargo, registros de seguimiento aéreo de fuentes abiertas confirmaron el arribo de al menos dos bombarderos a la isla. Las autoridades estadounidenses no han detallado el tipo de misiones que realizarán durante este despliegue, aunque sí señalaron que la operación tiene carácter flexible y responde a eventos de entrenamiento conjuntos.
Según un comunicado oficial del comando, “este despliegue es en apoyo de los esfuerzos de entrenamiento de las Fuerzas Aéreas del Pacífico con Aliados, socios y fuerzas conjuntas y misiones de disuasión estratégica para reforzar el orden internacional basado en reglas en la región del Indo-Pacífico”. El despliegue actual coincide con el inicio de REFORPAC, ejercicio que reúne capacidades aéreas de múltiples actores regionales.
Guam ha sido históricamente un punto clave para la proyección estratégica de Estados Unidos en el Pacífico. Durante 16 años, la Fuerza Aérea mantuvo presencia continua en la isla hasta que en 2020 adoptó un modelo de rotación mediante grupos de trabajo de bombarderos. A pesar de este cambio, Guam continúa albergando regularmente aeronaves de largo alcance durante ejercicios y misiones de entrenamiento regional.
Además del despliegue en Guam, cuatro B-52 se encuentran estacionados en la isla de Diego García, en el océano Índico. Estas aeronaves llegaron en mayo tras reemplazar a los bombarderos furtivos B-2 Spirit que ejecutaron ataques aéreos contra objetivos hutíes en Yemen, antes del alto el fuego alcanzado por Estados Unidos con ese grupo armado. La presencia simultánea de B-52 en ambas ubicaciones refuerza la capacidad operativa estadounidense en múltiples frentes estratégicos.