El B-21 Raider, más pequeño que el B-2 Spirit., precisión y sostenibilidad para la Fuerza Aérea de EE. UU.
Diseño compacto del B-21 Raider frente al B-2 Spirit
El bombardero furtivo B-21 Raider, desarrollado por Northrop Grumman, presenta un diseño más pequeño que el B-2 Spirit, con una envergadura estimada de 132 a 140 pies frente a los 172 pies del B-2. Este tamaño reducido responde a avances en tecnología de sigilo que permiten una menor sección transversal de radar. El B-21, presentado al público el 2 de diciembre de 2022 en Palmdale, California, incorpora materiales absorbentes de radar más avanzados y entradas de aire más delgadas y empotradas, lo que optimiza su capacidad para evadir defensas modernas.
El B-2 Spirit, introducido en 1997, fue diseñado para penetrar defensas antiaéreas soviéticas durante la Guerra Fría, con una capacidad de carga útil de 18.000 kg. Su gran envergadura y diseño de ala voladora maximizaban la eficiencia aerodinámica y el alcance, pero requerían materiales compuestos y revestimientos costosos. En contraste, el B-21, con una carga útil estimada de 9.100 kg, prioriza la precisión sobre la capacidad masiva, y se adapta a entornos de combate modernos.
La producción del B-21 comenzó en la Planta 42 de la Fuerza Aérea de EE. UU. en Palmdale, California, donde se construyeron las primeras unidades en 2021. Seis unidades estaban en construcción para enero de 2024, con un contrato de producción inicial de baja escala otorgado el 23 de enero de 2024. El B-21 realizó su primer vuelo de prueba el 10 de noviembre de 2023 desde Palmdale. Luego efectuó un segundo vuelo el 17 de enero de 2024 desde Edwards AFB.
El diseño del B-21 elimina la necesidad de maniobrabilidad a baja altitud, presente en el B-2, lo que simplifica su estructura. El B-2 incorporó superficies de control adicionales para maniobras a baja altura, lo que incrementó su peso y complejidad. El B-21, sin este requisito, adopta un diseño de ala en forma de W más simple, derivado de conceptos iniciales del B-2, y mejora la eficiencia en vuelo a altitudes altas.
Características clave del diseño del B-21 Raider
- Envergadura de 132-140 pies, más corta que los 172 pies del B-2.
- Carga útil de 9.100 kg, la mitad de la capacidad del B-2.
- Entradas de aire empotradas y diseño de escape 2D que reducen la visibilidad.
- Materiales absorbentes de radar más duraderos y con menor necesidad de mantenimiento.
Tecnología de sigilo avanzada en el B-21 Raider
El B-21 Raider utiliza avances en tecnología de sigilo desarrollados durante más de tres décadas desde la introducción del B-2. Sus materiales absorbentes de radar son más robustos, lo que reduce los costos de mantenimiento en comparación con los revestimientos del B-2, que exigían hangares con control climático. Las entradas de aire del B-21, casi imperceptibles, minimizan la reflexión de radar, y su sistema de escape 2D disminuye la firma infrarroja.
El B-2, con tecnología de sigilo de primera generación, tiene una sección transversal de radar equivalente al tamaño de un pájaro. El B-21, con tecnología de quinta generación y media, alcanza una sección transversal aún menor, aunque los detalles permanecen clasificados. Su diseño prioriza la baja observabilidad en múltiples espectros, incluidos el radar, el infrarrojo, el acústico y el electromagnético, lo que permite operar en entornos con defensas antiaéreas avanzadas como las de China y Rusia.
El B-21 incorpora componentes comerciales para reducir costos y aprovechar cadenas de suministro ya establecidas. Su sistema de guerra electrónica, relacionado con el ASQ-239 del F-35, mejora la capacidad para operar en espacios aéreos altamente disputados. Además, el diseño del B-21 prescinde de las superficies de freno-rudder divididas del B-2 y emplea superficies incrustadas en las alas que conservan el sigilo durante el vuelo.
La construcción del B-21 emplea herramientas de ingeniería digital y modelado, lo que permite reducir los cambios de diseño a producción del 15-20% a aproximadamente un 1%. Este enfoque, unido a técnicas de fabricación avanzadas, hace posible una producción más eficiente y escalable, con un objetivo mínimo de 100 unidades frente a las 21 del B-2.
Sostenibilidad y costos del B-21 Raider
El B-21 Raider, con un costo unitario estimado de $700 millones en 2020, resulta significativamente más económico que el B-2, cuyo costo por unidad alcanzó los $2.000 millones debido a su producción limitada y la tecnología de los años 80. La producción a mayor escala del B-21, con al menos 100 unidades previstas, distribuye los costos fijos, lo que reduce el precio por avión.
La sostenibilidad del B-21 se basa en materiales más duraderos y un diseño que facilita el mantenimiento. A diferencia del B-2, que exigía cientos de horas de mantenimiento después de cada misión para preservar sus características de sigilo, el B-21 utiliza revestimientos absorbentes de radar más resistentes y elimina la necesidad de hangares especializados. Esto incrementa las tasas de disponibilidad y reduce los costos operativos.
La Fuerza Aérea de EE. UU. tiene previsto reemplazar los 45 B-1 Lancer y 19 B-2 Spirit para 2040, con el B-21 como el núcleo de su flota de bombarderos junto a los B-52 modernizados. Ellsworth AFB, Dakota del Sur, fue designada en marzo de 2019 como sede de la primera unidad operacional y de entrenamiento del B-21. El mantenimiento se coordinará desde Tinker AFB, Oklahoma, y las pruebas continuarán en Edwards AFB, California.
El presupuesto del Departamento de Defensa de EE. UU. para 2026 asignó más de $4.000 millones al programa B-21. La producción a baja escala comenzó en enero de 2024, con la meta de alcanzar la capacidad operativa inicial en 2027. Este enfoque permitirá contar con una flota más numerosa y sostenible frente a la limitada producción del B-2, que quedó restringida por recortes presupuestarios posteriores a la Guerra Fría.
Arquitectura de sistemas abiertos y guerra centrada en la red
El B-21 Raider incluye una arquitectura de sistemas abiertos que admite la integración rápida de nuevas tecnologías, como armas, sistemas de guerra electrónica y capacidades autónomas. Este diseño elimina el modelo de actualizaciones por bloques utilizado en el B-2 y permite realizar mejoras continuas para enfrentar amenazas emergentes.
El B-21 opera dentro del concepto de guerra centrada en la red, y se integra con plataformas como el F-35 para compartir datos en tiempo real a través de la red de Mando y Control Conjunto de Todos los Dominios (JADC2). Esta integración permite al B-21 actuar como un nodo aéreo que coordina ataques de precisión y recopila inteligencia en entornos disputados. Su capacidad para operar de forma tripulada o autónoma amplía su versatilidad en misiones de ataque, vigilancia y guerra electrónica.
El B-2, con sistemas de los años 80, requiere actualizaciones de hardware costosas y lentas. En cambio, el B-21 emplea software ágil y herramientas de realidad aumentada durante el mantenimiento. Su diseño digital, desarrollado mediante modelado avanzado, mejora la integración de componentes provenientes de diversos proveedores y aumenta la eficiencia en la producción.
El B-21 fue diseñado para penetrar defensas antiaéreas avanzadas y transportar tanto armamento convencional como nuclear. Su alcance, incrementado mediante reabastecimiento en vuelo, permite ejecutar operaciones a escala global. UU., con mayor capacidad de adaptación y sostenibilidad que el B-2.