El gabinete libanés encarga al ejército un plan para limitar armas a fuerzas estatales antes de fin de año, ante la resistencia de Hezbolá.
Decisión del gabinete libanés sobre desarme de Hezbolá
El martes, el gabinete libanés ordenó al ejército elaborar un plan para establecer un monopolio estatal de armas antes de fin de año, en un desafío a Hezbolá, que se niega a entregar su armamento tras la guerra con Israel en 2024. La sesión, que tuvo lugar en el palacio presidencial, fue la primera discusión oficial sobre el arsenal del grupo terrorista, debilitado tras la guerra. El primer ministro Nawaf Salam anunció la directiva al concluir seis horas de debate.
Hezbolá, con respaldo iraní, recibe presión de Washington y de sus rivales libaneses para que entregue sus armas. El líder del grupo, Naim Qassem, rechazó los llamados a cederlas en un discurso televisado ese mismo día. Sostuvo que cualquier decisión debe contar con un consenso que incluya a Hezbolá. Qassem afirmó que el armamento resulta esencial para la defensa nacional y acusó a Estados Unidos de actuar según intereses israelíes.
El enviado estadounidense Thomas Barrack presentó en junio una hoja de ruta que establece el desarme total de Hezbolá en cuatro meses, a cambio de que Israel detenga sus ataques y retire tropas de cinco posiciones en el sur del Líbano. El plan requiere una decisión explícita del gabinete libanés para comprometerse al desarme. No obstante, funcionarios libaneses advierten que este compromiso podría generar tensiones sectarias, debido al respaldo de la comunidad chiíta a Hezbolá.
La sesión del gabinete reflejó divisiones internas. Dos ministros chiítas se retiraron antes de la declaración final, y otros dos se ausentaron por un viaje. El ministro de Información, Paul Morcos, señaló que el ejército entregará su plan antes de fin de mes. El gabinete tiene previsto reanudar el debate el jueves, sin que se haya alcanzado un acuerdo sobre la propuesta de Barrack.
Detalles clave de la situación en Líbano
- El ejército libanés debe entregar un plan de desarme antes de fin de mes.
- Hezbolá exige consenso para cualquier decisión relacionada con sus armas.
- Israel mantiene tropas en cinco puntos estratégicos en el sur del Líbano.
- La propuesta de EE. UU. vincula el desarme con la retirada israelí.
Contexto de la guerra y presión internacional
El alto el fuego de noviembre de 2024, negociado por Estados Unidos, puso fin a un conflicto de 13 meses entre Israel y Hezbolá. la guerra se inició con ataques del grupo terrorista en apoyo a Hamás el 8 de octubre de 2023. Israel lanzó una ofensiva terrestre y aérea que destruyó gran parte del arsenal y la dirigencia de Hezbolá, incluido su líder Hassan Nasrallah. Desde entonces, Israel llevó a cabo cientos de ataques aéreos con el argumento de impedir el rearme del grupo.
La guerra provocó más de 4.000 muertes en Líbano y daños valorados en $11.000 millones, según las autoridades libanesas. En Israel murieron 127 personas, entre ellas 80 soldados. Israel continúa con presencia militar en cinco puntos estratégicos del sur del Líbano, lo cual constituye una violación del alto el fuego según Hezbolá. El grupo sostiene que Israel debe retirarse por completo antes de iniciar negociaciones sobre las armas.
Washington insta al Líbano a aprobar una decisión clara sobre el desarme, condicionando la ayuda para la reconstrucción a este compromiso. La propuesta de Barrack contempla reformas económicas para abordar la crisis en Líbano, cuya economía se redujo en un 34% desde 2019, según el Banco Mundial. Sin embargo, Hezbolá percibe estas exigencias como una maniobra para reducir su influencia política y militar.
El presidente del Parlamento, Nabih Berri, aliado de Hezbolá, planteó una redacción ambigua con el objetivo de satisfacer a Estados Unidos, comprometiéndose a una estrategia de defensa nacional sin mencionar de forma explícita el desarme. Otros ministros, como Kamal Shehadi del Partido de las Fuerzas Libanesas, exigen un cronograma definido, con el argumento de que aplazar la decisión perjudica los intereses nacionales del Líbano.
Antecedentes políticos y estratégicos en Líbano
Hezbolá fue creado en 1982 por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán. Consolidó su posición como fuerza militar y política dominante en Líbano. Su arsenal, compuesto por misiles y drones, le permitió ejercer influencia en la política interna y enfrentarse a Israel. Tras la guerra de 2024, que debilitó su capacidad militar, el grupo enfrenta presiones internas y externas para entregar sus armas, aunque sigue contando con apoyo en la comunidad chiíta.
La resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, adoptada en 2006 tras la guerra entre Israel y Hezbolá, exige el desarme de todos los grupos armados en Líbano y autoriza únicamente a las fuerzas estatales a portar armas. No obstante, Hezbolá conservó su arsenal, con el argumento de que proporciona defensa ante Israel. La resolución también dispuso la presencia de la FPNUL y el despliegue del ejército libanés en el sur.
El gobierno libanés, encabezado por el presidente Joseph Aoun y el primer ministro Nawaf Salam desde enero de 2025, procura fortalecer el control estatal. La crisis económica y la destrucción generada por la guerra han incrementado la urgencia de aplicar reformas. El ejército libanés asumió el control de los sitios de Hezbolá situados al sur del río Litani, aunque el grupo conserva armas en otras zonas y con ello infringe el alto el fuego.