El ministro de Cultura de Alemania criticó el sábado las amenazas de varios países europeos de boicotear el Festival de la Canción de Eurovisión del próximo año si Israel participaba, y calificó estas acciones como una politización de un evento cultural.
España declaró esta semana que boicotearía el evento de música televisado en vivo más grande del mundo en mayo si Israel participaba, e Irlanda, Eslovenia, Islandia y los Países Bajos emitieron amenazas similares.
“Eurovisión se fundó para unir a las naciones a través de la música. Excluir a Israel hoy contradice esta idea fundamental y convierte una celebración de entendimiento entre los pueblos en un tribunal”, afirmó Wolfram Weimer en un comunicado. “Precisamente porque Eurovisión nació sobre las ruinas de la guerra, no debería transformarse en un escenario de exclusión”.
Austria, sede de la próxima Eurovisión, expresó su pesar el viernes por las amenazas. Otros países, como Bélgica, Suecia y Finlandia, también consideran un boicot y tienen hasta diciembre para tomar una decisión.
“Eurovisión se basa en el principio de que los artistas son valorados por su arte y no por su nacionalidad. La cultura de la cancelación no resuelve el problema; la solución es la diversidad y la cohesión”, añadió Weimer.
La Unión Europea de Radiodifusión, organizadora de Eurovisión, decidirá en su asamblea general de diciembre si Israel participará en la edición de 2026. La edición de este año en Basilea, Suiza, alcanzó 166 millones de espectadores en 37 países.
Activistas propalestinos y antiisraelíes realizaron protestas en Malmö, Suecia, en 2024 y en Basilea en mayo por la participación de Israel en medio de su ofensiva devastadora en Gaza. La guerra comenzó tras el ataque de Hamás en octubre de 2023 contra Israel, que causó la muerte de unas 1.200 personas y dejó 251 rehenes, la mayoría civiles.
La guerra en curso contra Hamás ha destruido gran parte de la Franja de Gaza y ha generado una grave crisis humanitaria. Los funcionarios palestinos informaron de más de 65.000 muertos, sin distinguir entre civiles y combatientes.
En las últimas semanas, los llamados a boicots culturales y deportivos contra Israel se han intensificado.