El Su-57 ruso opera con el dron Okhotnik para misiones conjuntas, mientras el F-35 estadounidense integra drones colaborativos. Ambos sistemas mejoran detección y ataques en operaciones aéreas.
Desarrollo del Su-57 y su integración con el dron Okhotnik
El ministerio de Defensa de Rusia ha desarrollado el avión de caza Su-57, un aparato de quinta generación. Este aparato funciona con el vehículo aéreo no tripulado S-70 Okhotnik en misiones de combate aéreo. Este sistema permite que el piloto del Su-57 controle al Okhotnik en operaciones conjuntas. En estas operaciones, el dron aumenta la cobertura radar del caza y detecta objetivos a distancias mayores.
El Okhotnik posee un diseño de ala volante y materiales que reducen su firma radar. Este dron logra velocidades de hasta 1.000 kilómetros por hora y un radio de combate de 4.000 kilómetros. Sukhoi fabricó el dron en asociación con la Corporación Aeronáutica Rusa MiG. El dron pesa alrededor de 20 toneladas y posee un motor turbofan AL-31F.
En pruebas realizadas en 2019, el Okhotnik voló durante 30 minutos en modo automático junto al Su-57, y amplió el campo de detección del caza más allá del alcance de misiles enemigos. La variante modernizada del Su-57, denominada Su-57M, incorpora motores AL-51F-1. Estos motores producen un empuje de 107,9 kilonewtons en seco y 166,8 kilonewtons con postcombustión.
Esta característica aumenta su velocidad máxima a 2.950 kilómetros por hora y posibilita un vuelo sostenido a Mach 2. Este modelo incluye sistemas con inteligencia artificial para inicialización rápida y disminución de la tarea del piloto, además de un radar AESA N036 Belka para detección y seguimiento de objetivos.

Características clave de los sistemas aéreos integrados
- Okhotnik logra velocidades de hasta 1.000 kilómetros por hora y radio de combate de 4.000 kilómetros.
- Su-57M produce empuje de 107,9 kilonewtons en seco y 166,8 kilonewtons con postcombustión.
- F-35 cuesta $110 millones por unidad y Vectis por debajo de $20 millones.
- Okhotnik posee techo operativo de 12.000 metros y sistemas electroópticos.
Operaciones y capacidades avanzadas del Su-57 con drones
El Su-57M lleva misiles aire-aire K-77M con un alcance de 200 kilómetros y misiles hipersónicos Kinzhal en puntos externos. En octubre de 2024, un Su-57 eliminó un prototipo de Okhotnik que mostró fallos técnicos durante una escolta, según protocolos establecidos. La producción en serie del Su-57 inició en 2025, con entregas iniciales equipadas con motores intermedios AL-41F1.
Se planea la fabricación exclusiva con AL-51F-1 a partir de 2027. El costo unitario del Su-57 se estima en $50 millones. En operaciones no tripuladas, el Su-57 funciona como punto de control para hasta cuatro Okhotnik. Estos drones ejecutan tareas de reconocimiento, guerra electrónica y ataques de precisión.
El dron transporta municiones en un compartimento interno porque de esta forma mantiene su baja detectabilidad radar. Las municiones incluyen bombas guiadas y misiles. Una versión de dos asientos del Su-57 facilita el control simultáneo de estos drones, lo que posibilita tácticas de grupo y ataques de alta densidad.

El Okhotnik logra un techo operativo de 12.000 metros y posee sistemas electroópticos y radar de apertura sintética para recolección de señales. Rusia ha ofrecido paquetes de exportación que incluyen el Su-57E y el Okhotnik a países como Argelia, que adquirió seis unidades en febrero de 2025. Rusia ha propuesto coproducción a India.
Integración del F-35 con sistemas no tripulados en Estados Unidos
El despliegue del Su-57 en Ucrania desde julio de 2024 ha incluido formaciones múltiples para ataques de precisión. En estas formaciones, el Okhotnik aumenta la capacidad al ejecutar misiones de alto riesgo. Estados Unidos ha integrado el caza F-35 Lightning II con sistemas no tripulados para operaciones aéreas. El F-35 controla aviones de combate colaborativos mediante interfaces de tableta táctil en la cabina.
Estas interfaces permiten dirigir múltiples drones desde un solo piloto. En enero de 2025, Lockheed Martin demostró la conectividad integral del F-35 con estos aparatos, y utilizó arquitecturas de componentes físicos y programas informáticos para pruebas futuras. El sistema incorpora inteligencia artificial para el control en vuelo y comparte datos clasificados a través de enlaces satelitales comerciales.

El F-35 utiliza el enlace de datos multifuncional avanzado para comunicaciones seguras y resistentes a interferencias. Su configuración de renovación tecnológica 3 incluye pantallas panorámicas mejoradas para manejar drones. Lockheed Martin ha desarrollado el Vectis, un caza autónomo colaborativo con diseño de cuerpo ala fusionada y entrada de aire dorsal única.
Este aparato se diseñó para funcionar con el F-35. Este aparato ejecuta misiones de designación de objetivos, guerra electrónica, contramedidas aéreas ofensivas y defensivas, así como inteligencia, vigilancia y reconocimiento. Su costo se establece por debajo de $20 millones por unidad. Se planea construir un prototipo en dos años.
Programas y comparaciones entre sistemas ruso y estadounidense
El F-35 funciona como controlador principal en equipos piloto-dron, y controla operaciones con información situacional ampliada. En septiembre de 2024, se presentó una estación de control que permite manejar de cuatro a ocho aviones colaborativos desde la cabina del F-35. La Fuerza Aérea de Estados Unidos desarrolla el programa de aviones de combate colaborativos, con el F-35 como aeronave tripulada principal.
Lockheed invirtió $100 millones en el Proyecto Carrera, de los cuales 20 millones se destinaron a trabajos de integración no tripulada en el F-35. El sistema incluye un módulo para controlar hasta ocho drones, junto con enlaces como el 16 y el multifuncional avanzado para comunicaciones. En pruebas de noviembre de 2024, un controlador humano en un caza L-39 dirigió dos L-29 equipados con tecnología de vuelo autónomo para simular combates contra cazas enemigos.

El Cuerpo de Marines realizó vuelos de prueba con el dron XQ-58A Valkyrie, que demostró capacidades de enlace 16. Se planean pruebas en vuelo real con drones integrados al F-35 y F-22 en 2025. Los aliados de Estados Unidos, como Reino Unido y Australia, trabajan en capacidades no tripuladas bajo el pacto AUKUS, con posibles inclusiones en la segunda fase del programa de aviones colaborativos.
Empresas como Anduril Industries y General Atomics desarrollan drones para la primera fase, mientras que docenas de contratistas proporcionan tecnologías auxiliares como sistemas autónomos e interfaces de control. El F-35, con un costo unitario de $110 millones, integra baja detectabilidad radar, sensores avanzados y fusión de información en un aparato supersónico de largo alcance.
Funciones conjuntas y objetivos compartidos en operaciones aéreas
Su función en operaciones conjuntas abarca la Armada y el Cuerpo de Marines, que examinan interoperabilidad con drones colaboradores. En demostraciones como el Proyecto Deimos, el F-35 compartió datos clasificados con laboratorios del Reino Unido a través de sistemas de mando y control Nexus. El sistema ruso y el estadounidense tienen el objetivo de aumentar la capacidad aérea mediante la integración de aparatos tripulados y no tripulados.

El Okhotnik funciona bajo control del Su-57 para misiones de alto riesgo, mientras que los drones colaborativos del F-35 ejecutan funciones similares, con enfoque en redes de malla para conexión con activos terrestres y marítimos. La Fuerza Aérea de Estados Unidos planea adquirir entre 100 y 150 drones en la primera fase, con miles en total, y ajusta requisitos para la segunda fase con aparatos más capaces.
Rusia utiliza el Okhotnik como elemento adicional para el Su-57 en entornos de defensa antiaérea avanzada, con despliegues operativos confirmados en formaciones combinadas.
