Un conjunto de países occidentales y socios difundió un pronunciamiento común para reprobar la autorización del gabinete de seguridad de Israel a 19 comunidades en Judea y Samaria, y sostuvo que la medida formaba “parte de una intensificación más amplia de las políticas de asentamientos en Judea y Samaria”.
La comunicación, firmada por Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Islandia, Irlanda, Japón, Malta, los Países Bajos, Noruega, España y el Reino Unido, calificó la decisión como unilateral y afirmó que estos pasos “violan el derecho internacional y también corren el riesgo de avivar la inestabilidad”.
El texto advirtió que la determinación adoptada amenaza con socavar “la implementación del Plan Integral para Gaza en medio de los esfuerzos por avanzar a la fase 2” y puede dañar “las perspectivas de paz y seguridad a largo plazo en toda la región” afirmaron.
Los Estados firmantes reiteraron su rechazo “a cualquier forma de anexión y a la expansión de las políticas de asentamientos”, con mención expresa a “la aprobación del asentamiento E1 y de miles de nuevas unidades de vivienda”, dentro de las decisiones cuestionadas por el gabinete.
Además, exhortaron a Israel “a revertir esta decisión, así como la expansión de los asentamientos”, y apoyaron su llamado en la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU como marco aplicable citado como referencia internacional vigente en este asunto específico por los firmantes.
La declaración también manifestó respaldo al “derecho de autodeterminación de los palestinos” y reafirmó un “compromiso inquebrantable con una paz justa y duradera basada en la solución de dos Estados”, con Israel y un Estado palestino en fronteras; concluyeron que “no hay alternativa a una solución de dos Estados negociada”.
