En una carta titulada “Elon, Twitter tiene un problema de antisemitismo”, 180 grupos de derechos civiles de todo el mundo pidieron a Elon Musk, de Twitter, que adoptara la definición de trabajo de la Alianza Internacional para la Conmemoración del Holocausto (IHRA) sobre el antisemitismo, para luchar contra el odio a los judíos que se extiende por la plataforma de medios sociales.
Cerca de 40 países, entre ellos Estados Unidos, ya han respaldado o adoptado la definición de la IHRA.
“Para maximizar la probabilidad de que el futuro sea bueno, el mundo necesita una plataforma en línea en la que todos puedan participar”, dice la carta, “por desgracia, este no es el caso, ya que los usuarios judíos son objeto de un acoso implacable en Twitter”.
Los grupos creen que Twitter puede aplicar soluciones tecnológicas para frenar el antisemitismo y servir de ejemplo a otras plataformas de medios sociales. Para ello, Twitter debería utilizar la definición de trabajo de la IHRA como herramienta para definir en qué consiste el antisemitismo.
Demostrando la gravedad del problema del antisemitismo en Twitter, la carta a Musk incluye un conjunto de datos con más de mil ejemplos de tuits antisemitas que se ajustan a la definición de la IHRA. La carta conjunta también recomienda una forma de que Twitter señale los tuits antisemitas al tiempo que educa a los usuarios sobre el odio a los judíos.
La definición describe varios tipos de antisemitismo, incluyendo la justificación del asesinato de judíos en nombre de la ideología radical, la negación del Holocausto y la negación del derecho judío a la autodeterminación en Israel. La definición fue adoptada por más de 38 países y por cientos de instituciones educativas, organismos gubernamentales locales y organizaciones internacionales.
La carta concluye pidiendo a Musk y a Twitter “que estén a la altura de su compromiso de ser la plaza moderna… adoptando plenamente la definición de trabajo del antisemitismo de la IHRA”.
¿De qué habla la carta?
Una de las organizaciones que firmaron la carta es el Foro Jurídico Internacional (ILF), una red mundial de abogados y activistas que combaten el antisemitismo en el ámbito jurídico.
La carta explicaba que ya en 2018, la Liga Antidifamación había identificado al menos 4,2 millones de tuits antisemitas en un período de 12 meses. En un análisis de muestra de seguimiento realizado por la ADL a partir de agosto de 2021, se encontró que Twitter tenía un 25% más de antisemitismo en la plataforma que Reddit – con una tasa de eliminación inicial de sólo el 21% por parte de Twitter de contenido antisemita reportado.
Además, el Instituto para el Estudio del Antisemitismo Contemporáneo de la Universidad de Indiana encontró que entre enero y agosto de 2020, el 11% de las conversaciones sobre judíos y el 13% de las conversaciones sobre Israel en Twitter eran de naturaleza antisemita. Más recientemente, en julio de 2022, la ADL informó de una tasa de eliminación del 5% de una muestra de datos comunicada directamente a Twitter.
La carta dice: “Las directrices de Twitter deben ofrecer protección a los usuarios judíos de Twitter contra el contenido antisemita y el acoso. Esto es particularmente urgente dado el aumento récord de incidentes antisemitas en los últimos tres años”.
El director general de la ILF y abogado de derechos humanos, Arsen Ostrovsky, dijo el miércoles que en un momento en que el antisemitismo y la incitación contra los judíos son tan omnipresentes e implacables en la red, “corresponde a las plataformas de medios sociales, como Twitter, mostrar liderazgo y tomar medidas inmediatas para acabar con esto”.
Uri Morad, director del departamento de Derecho Internacional y Diplomacia Pública del Instituto de Justicia de Jerusalén, dijo: “Tras la finalización de la transacción de compra el 27 de octubre de 2022, el nuevo propietario de Twitter, Elon Musk, tuiteó que “el pájaro está liberado”, al tiempo que informaba al mundo de su intención de transformar la mayor plataforma de medios sociales de la historia moderna, “en una en la que se practique el absolutismo de la libertad de expresión”.
Según Morad, “desde que Musk comenzó a trabajar para ampliar los parámetros de la libertad de expresión de Twitter, durante la primera semana desde la compra, Twitter se convirtió en un terreno fértil para la propagación del discurso de odio, el racismo y el antisemitismo, a una escala que aún no hemos conocido”.