Una turba buscó confrontar a viajeros judíos en un aeropuerto en Daguestán, Rusia, en el contexto de la guerra entre Israel y Hamás.
El domingo por la noche, un grupo considerable de individuos irrumpió en el aeropuerto de Makhachkala, Daguestán, accediendo a la pista. Su objetivo: enfrentar a los pasajeros judíos de un avión proveniente de Israel. Este incidente violento ocurre en medio del conflicto bélico en curso entre Israel y Hamás en Gaza, situación que ha generado tensiones internacionales.
Un testigo en el lugar, cuya identidad no fue revelada, relató su experiencia a Carmel News, un medio de comunicación en la plataforma Telegram. “Había cientos de personas en el aeropuerto. Unos 50 hombres se acercaron al avión y preguntaron a los pasajeros si eran judíos”, dijo. El testigo, que portaba un pasaporte ruso, negó ser judío, tras lo cual los agresores eventualmente se retiraron.
El incidente se desencadenó en respuesta a un mensaje difundido a través de un canal de Telegram, en el cual se instaba a hombres a congregarse en el aeropuerto y confrontar a los viajeros del vuelo WZ 4728 de Red Wings, una compañía aérea de origen ruso. El vuelo había despegado previamente de Tel Aviv, generando la movilización.
La convocatoria a los participantes fue específica, incitando a “vengar a Gaza”. Esta referencia se vincula directamente con los recientes sucesos en Israel, donde el grupo terrorista Hamás llevó a cabo ataques coordinados el 7 de octubre, en los que masacraron a 1.400 personas en distintas ciudades ubicadas en el sur del país.
El recuento de los muertos en Gaza, proporcionado por el grupo terrorista Hamás, sugiere un número elevado, aunque estas cifras no han podido ser corroboradas de manera independiente.
Daguestán, caracterizado por su mayoría musulmana, ha sido escenario de conflictos y tensiones prolongadas, enfrentando una insurgencia islamista. La comunidad judía en la región, aunque disminuida, ha enfrentado situaciones de aislamiento y precaución debido a posibles hostilidades.
El intento de pogromo en el aeropuerto fue documentado en vídeos, mostrando a los agresores cercanos al avión y a los autobuses destinados para evacuar a los pasajeros. Se observaron intentos de vandalismo y confrontaciones verbales. En uno de los materiales audiovisuales, se destacó un cartel condenando a “los asesinos de niños” y negándoles la bienvenida en Daguestán.
La respuesta de las autoridades fue limitada, con poca intervención policial visible durante los primeros momentos del incidente. Boruch Gorin, portavoz del rabino jefe de Rusia, Berel Lazar, describió en Facebook una escena de caos, con la multitud inspeccionando vehículos en busca de judíos y una aparente ausencia de fuerzas del orden.
Según Carmel News, la aeronave transportaba niños daguestaníes que volvían de un tratamiento médico. La oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu emitió una declaración enfática: “Israel espera que las autoridades rusas protejan a todos los ciudadanos israelíes y a todos los judíos, y que actúen con decisión contra los alborotadores y contra la incitación a la violencia contra judíos e israelíes”.
En un intento de mitigar la tensión, el líder religioso Sheikh Ahmad Afandi Abdulaev hizo un llamado a la calma en un vídeo, manifestando que los disturbios no constituyen una forma legítima de protesta. Simultáneamente, Pinchas Goldschmidt, representante de rabinos europeos, solicitó al presidente Vladimir Putin una postura firme contra la violencia hacia la comunidad judía.
El incidente llevó al cierre inmediato del aeropuerto por parte de la agencia Rossavitsia, mientras las fuerzas de seguridad se movilizaban al sitio. Posteriormente, se anunció que el aeropuerto había sido “liberado” de los manifestantes y seguiría sin operaciones hasta el 6 de noviembre.
El contexto global también fue abordado por el Movimiento de Lucha contra el Antisemitismo, cuyo CEO, Sacha Roytman Dratwa, señaló la conexión del suceso con una ola de antisemitismo, evidenciada en actos extremos como el atentado de Hamás el 7 de octubre y otras manifestaciones en todo el mundo.
En respuesta, el gobierno de Daguestán apeló a la ciudadanía a través de Telegram, desalentando comportamientos ilegales y la obstrucción de las operaciones aeroportuarias. Su mensaje enfatizaba la dificultad de ser espectador ante el sufrimiento del pueblo palestino, pero instaba a no ceder ante provocaciones que desestabilicen la sociedad.
La escalada de violencia había sido palpable más temprano ese mismo domingo, cuando un centro judío en construcción fue vandalizado e incendiado, con mensajes anti-judíos en sus exteriores, exacerbando las preocupaciones sobre el antisemitismo en la región.