La alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, expresó este domingo su pesar por haber utilizado la palabra “pogromo” al referirse a los ataques ocurridos contra turistas israelíes en la capital holandesa, tras un partido de fútbol a comienzos de mes.
Durante una entrevista en el canal de noticias NOS, Halsema describió los ataques como un “atropello y fuga” perpetrado por jóvenes en patinete que recorrían la ciudad en busca de aficionados israelíes.
Reconoció que el uso de la palabra “pogromo” pudo haber evocado recuerdos dolorosos de episodios de violencia contra judíos, pero también aclaró que “he visto cómo esta palabra se ha politizado y se utiliza como propaganda”.
La alcaldesa añadió que el gobierno israelí había denominado los hechos como un “pogromo palestino en las calles de Ámsterdam” y que algunos políticos holandeses empleaban el término para “discriminar a los residentes musulmanes marroquíes”. Halsema insistió en que no tenía intención de transmitir ese mensaje ni de fomentar esa interpretación.
El 8 de noviembre, al día siguiente de los ataques, Halsema había calificado los hechos de “pogromo”, coincidiendo con otros comentarios de funcionarios holandeses, israelíes y extranjeros. En un debate posterior en el ayuntamiento de Ámsterdam, la alcaldesa reafirmó su postura, aunque ahora, frente a la controversia, matizó sus declaraciones.
Según las autoridades israelíes, diez personas resultaron heridas en los violentos actos ocurridos el 7 de noviembre, que fueron llevados a cabo por bandas locales árabes y musulmanas. Estas atacaron a los seguidores del Maccabi Tel Aviv, tras un partido contra el club local Ajax. Durante varias horas, cientos de turistas israelíes se resguardaron en sus hoteles, temiendo ser agredidos, mientras los agresores, enmascarados y gritando consignas antiisraelíes, les perseguían, golpeaban y acosaban.
El jefe de policía de Ámsterdam, Peter Holla, señaló que antes del partido, algunos aficionados del Maccabi Tel Aviv quemaron una bandera palestina, atacaron un taxi y profirieron consignas antiárabes, lo que contribuyó a la tensión en la ciudad. Las imágenes de estos incidentes se difundieron rápidamente a través de las redes sociales.
Ministro israelí critica a Halsema por sus comentarios sobre los ataques en Ámsterdam
Femke Halsema, alcaldesa de Ámsterdam, defendió este domingo su postura sobre los incidentes ocurridos tras el partido entre el Maccabi Tel Aviv y el Ajax. En una entrevista con el canal NOS, explicó que la presión internacional fue “tan grande” que, sin conocer todos los detalles sobre el comportamiento de los aficionados israelíes, se vio obligada a ofrecer una versión preliminar de los hechos. “Los primeros informes no indicaron de inmediato que esos aficionados también se comportaran de manera violenta”, dijo Halsema.
Estas declaraciones generaron una pronta reacción negativa del ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Sa’ar, quien a través de sus redes sociales, expresó que los comentarios de la alcaldesa eran “totalmente inaceptables”. Añadió que lo ocurrido esa noche no debía ser seguido por “un encubrimiento” y calificó los ataques como un acto de violencia antisemita. “Cientos de hinchas israelíes fueron perseguidos y atacados por una multitud que les pedía sus pasaportes para verificar si eran ciudadanos del Estado judío. No hay otra palabra para describir esto que ‘pogromo’”, afirmó Sa’ar.
El ministro israelí insistió en que el término “pogromo” no fue una invención de Israel, sino que fue “utilizado por políticos holandeses que reconocieron la gravedad y la naturaleza antisemita de los ataques”. Sa’ar mencionó de manera específica a varios políticos holandeses, como Geert Wilders (PVV), Caroline van der Plas (BBB) y Chris Stoffer (SGP), a quienes elogió por su postura frente al incidente.
Para concluir, Sa’ar expresó de manera tajante: “¡Nunca más aceptaremos la persecución de los judíos en el suelo de Europa ni en ningún otro lugar!”.
Renuncia ministra en medio de crisis política tras comentarios sobre ataques
El viernes, la política holandesa vivió un tenso episodio cuando la ministra de Finanzas junior, Nora Achahbar, renunció a su cargo tras manifestar su molestia por los comentarios de otros ministros sobre los recientes incidentes violentos. Achahbar, quien nació en Marruecos y fue fiscal, consideró que algunas de esas declaraciones eran “hirientes y posiblemente racistas”. Su dimisión generó una crisis interna en el gobierno, ya que miembros de su partido, el NSC, amenazaron con seguir su ejemplo. Sin embargo, tras una reunión de emergencia, el gabinete llegó a un acuerdo que permitió evitar una nueva oleada de renuncias.
El gobierno de coalición, encabezado por el partido populista antimusulmán PVV de Geert Wilders, había tomado posesión en julio después de un largo proceso de negociaciones. Wilders ha repetido en diversas ocasiones que los atacantes principales de los aficionados israelíes fueron jóvenes de ascendencia marroquí, aunque la policía aún no ha confirmado estos detalles. Además, el líder del PVV ha propuesto que aquellos condenados por su participación en los ataques sean deportados si tienen doble nacionalidad.
A raíz de los ataques, el primer ministro holandés, Dick Schoof, señaló que estos hechos evidenciaban que algunos jóvenes de origen inmigrante no compartían los “valores fundamentales holandeses”. Esta declaración reflejó la creciente tensión en el país y la polarización que rodea el tema de la inmigración y la integración.
La violencia contra los judíos no se limitó a los ataques del 7 de noviembre. Durante los días siguientes, continuaron las manifestaciones antiisraelíes, a pesar de una prohibición temporal de protestas. Algunos de estos manifestantes protagonizaron enfrentamientos con la policía y, en un incidente, prendieron fuego a un tranvía mientras proferían consignas antisemitas.
Los incidentes de violencia y antisemitismo han aumentado en los Países Bajos, reflejando una tendencia global desde el ataque del grupo terrorista Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023. Este ataque, que se saldó con la muerte de unas 1.200 personas y la toma de 251 rehenes, desencadenó la guerra actual en Gaza y exacerbó las tensiones en diversas partes del mundo.