A pesar de los intentos del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de anular la democracia turca desde que asumió el cargo, algunos valientes políticos turcos están dispuestos a hablar y criticarlo por el daño que creen que ha causado a Turquía, incluidas las relaciones turco-israelíes.
El Dr. Aykan Erdemir fue miembro del parlamento turco del 2011 al 2015 por el partido CHP, una entidad política establecida por Mustafa Kemal Ataturk.
En una entrevista con Israel Hayom, Erdemir no se contuvo cuando se trata de Erdogan.
“La propaganda antisemita sancionada por el Estado de Erdogan seguirá acechando a Turquía mucho después de que él se haya ido de la oficina”, mencionó Erdemir, añadiendo que “el odio y el prejuicio inculcado en el pueblo turco durante casi dos décadas tendrá efectos duraderos en la obstaculización de las relaciones turco-israelíes y se necesitará tiempo y esfuerzo para revertirlo”.
Sin embargo, Erdemir, que actualmente es el Director Principal del Programa de Turquía de la Fundación para la Defensa de las Democracias, con sede en Washington, ve algunos motivos para el optimismo.
“La creciente toma de conciencia de que Turquía necesita romper su aislamiento en el Mediterráneo oriental empujará a los políticos de la Turquía post-Erdogan a invertir en la reconstrucción de relaciones cordiales con Israel, así como con los aliados occidentales de Turquía”, añadió.
Erdemir señala que para que Turquía se desprenda del islamismo de Erdogan, tendrá que hacer frente no solo “a sus intentos de ingeniería religiosa y social en su país, sino también a su desacertada política exterior y de seguridad que socavó las asociaciones diplomáticas, militares y de inteligencia de Turquía en la región”.
Cuando se le preguntó si Erdogan se enfrentará a una dura competencia en las elecciones de 2023, Erdemir afirmó que “si la oposición puede volver a unir fuerzas detrás de un candidato presidencial de poca monta, Erdogan tendrá dificultades para asegurar la reelección, incluso con el desigual campo de juego político de Turquía”.
Una de las mayores esperanzas de la oposición turca es que los turcos que votaron por Erdogan en el 2018 transfieran su apoyo a los partidos establecidos por los antiguos miembros del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) del presidente.
“Ambos partidos divididos tienen el potencial de robar votantes del AKP. Hasta ahora, su apoyo parece estar en los dígitos individuales más bajos. Aunque esto podría no ser suficiente para convertirlos en actores principales de la política turca, podría ser suficiente para inclinar la balanza hacia la oposición en las elecciones del 2023”, reafirmó.
Israel Hayom le preguntó a Erdemir qué debería hacer el Partido Popular Republicano (CHP) en las próximas elecciones presidenciales.
“El CHP logró liderar una coalición paragua que reunió a casi toda la oposición en las elecciones locales del 2019. Sería conveniente ampliar esta coalición general para incluir a los partidos recién establecidos que comparten la misión de derrotar a Erdogan en las urnas y restablecer un sistema democrático parlamentario y el estado de derecho. Si el ex primer ministro, Ahmet Davutoğlu, y el ex ministro de Relaciones Exteriores, Ali Babacan, comparten esta misión, tendrán interés en unirse a la creciente alianza pro-democracia de Turquía y enfrentar el autoritarismo de Erdogan”, explicó.
Además, Erdemir observó que los resultados de las elecciones locales del año pasado indican que Erdogan puede ser derrotado en una elección nacional: “La victoria de la oposición en las elecciones locales también fortaleció la creencia del electorado en la eficacia de las coaliciones paraguas, lo que probablemente facilitará la construcción de un bloque pro-democracia similar en las próximas elecciones”.
Finalmente, señaló la importancia del voto kurdo en las próximas elecciones.
“Será particularmente importante asegurar que los votantes pro-kurdos del Partido Democrático del Pueblo (HDP), que constituyen alrededor del 12% del electorado, también se sientan incluidos en esta alianza global para que la coalición pro-democracia tenga éxito no solo en las provincias de mayoría kurda de Turquía, sino en todo el país”, concluyó.