WASHINGTON – El presidente de EE.UU., Joe Biden, condenará el creciente antisemitismo en su discurso en la recepción de Jánuca en la Casa Blanca el lunes, que también incluirá un encendido de velas y una bendición.
El presidente demócrata dirá a los invitados al evento nocturno que el silencio es complicidad, según funcionarios de la Casa Blanca, y añadirá que es imperativo condenar el odio, la violencia y el antisemitismo.
La celebración de las fiestas se produce durante una oleada de episodios antisemitas. El rapero Ye expresó su amor por Adolf Hitler en una entrevista. La estrella del baloncesto Kyrie Irving apareció promocionando una película antisemita en las redes sociales. Los trolls neonazis claman por volver a Twitter mientras el nuevo consejero delegado, Elon Musk, concede la “amnistía” a las cuentas suspendidas.
La Liga Antidifamación, un grupo judío de derechos civiles, registró 2.717 casos antisemitas de asalto, acoso y vandalismo el año pasado, un aumento del 34 por ciento respecto al año anterior y el número más alto desde que el grupo con sede en Nueva York comenzó a rastrearlos en 1979.
Doug Emhoff, esposo de la vicepresidenta Kamala Harris, organizó recientemente un debate en la Casa Blanca sobre el antisemitismo y la lucha contra el odio con líderes judíos representantes de las confesiones reformista, conservadora y ortodoxa. En el acto, Emhoff, que es judío, dijo que estaba “dolido ahora mismo” por el aumento del antisemitismo. La mesa redonda dio lugar a la decisión de la Casa Blanca de crear una interagencia.
Entre los invitados al acto del lunes en la Casa Blanca figuran un superviviente del Holocausto y profesor jubilado de una escuela pública, un rabino del Templo Emanuel de Winston-Salem (Carolina del Norte) y Michele Taylor, embajadora de Estados Unidos ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU e hija de supervivientes del Holocausto.
Este año se ha añadido una menorá a la colección navideña de la Casa Blanca, que se enciende todas las noches durante la festividad judía de Jánuca, de ocho días de duración. Los carpinteros de la Casa Blanca construyeron la menorá con madera que se salvó de una reforma de la época de Truman y con vasos para velas de plata de ley.