Un candidato a las próximas elecciones presidenciales de Colombia elogió a Adolf Hitler el año pasado, antes de retractarse del comentario, diciendo que confundía al líder nazi con Albert Einstein.
El populista Rodolfo Hernández, de 77 años, dijo en una entrevista radiofónica que era “seguidor de un gran pensador alemán llamado Adolf Hitler”.
Más tarde dijo que se refería a Einstein y que no era fan de Hitler, pero el exalcalde tiene un historial de otros comentarios ofensivos.
La segunda vuelta electoral entre Hernández y su rival de extrema izquierda Gustavo Petro se celebrará este fin de semana. Los sondeos de opinión apuntan a un empate.
Hernández, que no está vinculado a partidos establecidos ni tiene una inclinación política evidente, es un magnate inmobiliario de carácter innovador que está llevando a cabo una campaña autofinanciada a través de las redes sociales.
El autoproclamado “Rey de TikTok” se dirige directamente a su electorado a través de la plataforma de redes sociales -donde tiene casi 600.000 seguidores- y de emisiones en Facebook. Sus diatribas son a veces ofensivas y malhabladas.
También fue conocido por abofetear a un concejal de la oposición durante un desacuerdo en la cámara en 2018.
Quedó sorprendentemente en segundo lugar en una primera ronda electoral el 29 de mayo, negando al favorito Petro una victoria absoluta y superando al candidato de la derecha hasta entonces, considerado la principal competencia del ultraizquierdista.
Hernández, exalcalde de Bucaramanga, en el norte de Colombia, se ha presentado con una propuesta anticorrupción y ha recurrido en gran medida a las redes sociales para difundir su mensaje, más que a las apariciones públicas. Se ha negado rotundamente a debatir con otros candidatos.
Hernández ha centrado su campaña en gran medida en la lucha contra la pobreza, que afecta al 39 % de los 50 millones de colombianos. Ha prometido no subir los impuestos, reducir el IVA del 19 al 10 % e impulsar el gasto social reduciendo la burocracia.
Hernández culpa a la corrupción gubernamental de gran parte de la arraigada desigualdad económica de Colombia, pero él mismo está siendo investigado por “beneficios indebidos” otorgados a terceros cuando era alcalde.
Se le acusa de haber prometido viviendas gratuitas en los barrios pobres cuando se presentaba a la alcaldía de Bucaramanga, y de no haberlas cumplido.
A pesar de no cumplir su ambiciosa promesa, Hernández sigue siendo popular entre muchos en Bucaramanga, admirado por su descaro y por construir estadios deportivos en zonas pobres durante su mandato 2016-2019.
Donaba su sueldo de alcalde a causas sociales y vivía de su fortuna autodeclarada de 100 millones de dólares.
Hernández fue suspendido como alcalde por intervenir en las elecciones locales, y renunció poco antes de terminar su mandato.