El grupo de rap irlandés Kneecap cautivó a unas 30,000 personas en el Festival de Glastonbury, a pesar de las controversias que rodean al trío, incluidas acusaciones de terrorismo contra uno de sus miembros. La presentación en el campo West Holts marcó un momento de desafío para la banda, que enfrentó críticas de políticos británicos por sus letras y posturas políticas.
Liam Óg Ó hAnnaidh, conocido como Mo Chara, enfrenta cargos bajo la Ley de Terrorismo del Reino Unido. Las autoridades lo acusan de apoyar a una organización proscrita por presuntamente ondear una bandera de Hezbolá durante un concierto en Londres en noviembre pasado. Actualmente en libertad bajo fianza incondicional, espera una audiencia judicial en agosto. “¡Glastonbury, soy un hombre libre!” exclamó Ó hAnnaidh al iniciar el espectáculo, que abrió con un montaje de audio recopilando críticas y reportes sobre los problemas legales del grupo.
El público respondió con entusiasmo, ondeando banderas palestinas antes del concierto. Kneecap, originario de Belfast, ha ganado reconocimiento por revitalizar la cultura irlandesa en Irlanda del Norte, pero sus letras, cargadas de lenguaje explícito, referencias a drogas y guiños al republicanismo irlandés, han generado rechazo. Videos que circulan en redes, donde aparentemente la banda grita consignas como “arriba Hamás, arriba Hezbolá” y llama a atentar contra legisladores, intensificaron las críticas.
Momentos antes de la actuación, un integrante de la banda punk inglesa Bob Vylan avivó a la multitud con cánticos de “Palestina libre” y “muerte, muerte, muerte a las FDI”. El cantante añadió: “Demonios, sí, desde el río hasta el mar, Palestina debe ser libre”.
Kneecap, con su estilo satírico, sigue utilizando el lenguaje y la imaginería del movimiento republicano irlandés, evocando las décadas de conflicto en Irlanda del Norte. Su actuación en Glastonbury reafirmó su postura provocadora.