Destacados grupos judío-estadounidenses expresaron el lunes su creciente alarma por un nuevo informe “chapucero” del FBI sobre delitos de odio en los EE. UU. en 2021 que, según ellos, subestimó los ataques antisemitas tras omitir “grandes franjas de datos”.
Sin embargo, las organizaciones señalaron que incluso con un gran número de ataques excluidos, los datos reportados eran “profundamente alarmantes”.
En 2021 se denunciaron 7.262 incidentes de delitos de odio, la tercera cifra más alta en una década.
Los delitos de odio antijudíos comprendieron el mayor porcentaje de delitos de odio basados en la religión, a pesar de que varias jurisdicciones con altas tasas de ataques y denuncias no se incluyeron en el informe.
La Liga Antidifamación señaló en un comunicado que se había producido un descenso del 22 % en el número de organismos que aportaban sus datos al estudio, y que varias grandes ciudades —entre ellas Nueva York, Miami y Los Ángeles— no participaron en el informe.
Tampoco se incluyeron todo el estado de Florida ni la mayor parte de California.
El organismo de control dijo que los datos sugerían que si más jurisdicciones hubieran comunicado sus cifras de ataques antisemitas, el informe “probablemente habría mostrado cifras récord”.
“El hecho de que los principales estados y ciudades de todo el país no comuniquen los datos sobre delitos motivados por el odio borra esencialmente —y de forma inexcusable— la experiencia vivida por las comunidades marginadas de todo el país”, declaró Jonathan Greenblatt, director general de la ADL.
“Los delitos de odio desgarran el tejido de nuestra sociedad y traumatizan a comunidades enteras”, añadió.
El Comité Judío Americano (AJC) dijo que aproximadamente 4,000 agencias no habían hecho la transición a un nuevo sistema de recopilación de datos y, como resultado, 35 grandes ciudades estadounidenses “simplemente informaron cero crímenes de odio”.
“El informe del FBI sobre delitos motivados por el odio es uno de los documentos del gobierno federal más esperados. Pero sus deficiencias socavan la gravedad del problema del odio en Estados Unidos”, afirmó Ted Deutch, director general del AJC.
El presidente del Centro Brandeis, Kenneth Marcus, dijo que era “espantoso” que la recopilación de datos del FBI hubiera sido “tan chapucera”.
“Los datos de 2021 sobre delitos de odio son esencialmente inútiles. El problema es tan grave que los niveles récord de antisemitismo aparecen en los datos oficiales como disminuciones reales, porque las principales jurisdicciones no lo informaron formalmente”, dijo Marcus.
“Este fallo masivo ha socavado los objetivos de los datos sobre delitos motivados por el odio, precisamente cuando más los necesitamos. Si el FBI no corrige rápidamente este problema, los comités del Congreso tendrán que hacer algunas preguntas serias”, añadió.
La Casa Blanca anunció el lunes la creación de un comité interinstitucional de lucha contra el antisemitismo, atendiendo a las peticiones de legisladores estadounidenses y de las principales organizaciones judías de Estados Unidos, que instaron a adoptar un “enfoque de todo el gobierno” ante la intensificación del fenómeno.
La decisión se produjo días después de que la Casa Blanca organizara una mesa redonda con directivos de destacados grupos judíos que formularon la recomendación, la misma que impulsó un grupo bipartidista de 125 legisladores de la Cámara de Representantes en una carta dirigida al presidente de EE. UU., Joe Biden.