Un legislador de un partido populista de derecha en Suecia fue acusado de racismo luego de escribir en Facebook que los judíos y los miembros de la minoría Sami no son suecos, informó JTA el viernes.
Bjorn Soder, que representa al partido Demócratas de Suecia en el Riksdag, el parlamento sueco, insiste en que en su publicación del domingo nunca cuestionó los derechos de las minorías como ciudadanos suecos, sino que simplemente defendió sus derechos para preservar sus distintas identidades étnicas.
Soder había criticado a Annie Loof, una ministra de gabinete del liberal Center Party, que escribió en Twitter que sus “amigos judíos son simplemente mis amigos suecos: como ciudadana sueca, usted es sueca, incluso si pertenece a una de nuestras minorías nacionales o no”.
Soder respondió que Loof estaba “socavando” el estatus de esas cinco minorías minimizando sus identidades distintivas, como él lo describió.
“Estos grupos tienen posiciones minoritarias en Suecia precisamente porque no son suecos. Es una pena, Annie Loof, por tu actitud racista”, escribió, según JTA .
Paulus Kuoljok, presidente de la Asamblea Plenaria del Parlamento Sami -un parlamento electo públicamente y una agencia estatal que aborda los derechos de esa minoría indígena- calificó la publicación de Soder en Facebook como “provocadora” y diseñada para ganar votos.
“Han mostrado su postura hostil por bastante tiempo, así que no estoy sorprendido”, dijo a Sveriges Television.
Esta es la segunda vez que Soder hace esa declaración. En 2014, causó indignación al sugerir en una entrevista con un periódico local que los judíos que viven en Suecia deberían abandonar su identidad si desean ser considerados suecos.
Soder insistió en la entrevista que “la mayoría de los judíos en Suecia dejaron atrás su identidad racial para poder asimilarla”.
Dijo además que sería un problema si hubiera demasiadas personas en Suecia “que pertenecen a otras naciones” y que tuvieran identidades no suecas. “Pagar a los inmigrantes para que se vayan a casa también ayudaría a evitar enclaves extranjeros” y en su lugar “crear una sociedad con una identidad común”, dijo.
Ha habido un aumento del antisemitismo en Europa en los últimos años y, en algunos casos, ha habido violentos ataques antisemitas y no solo ataques verbales.
En 2014 y 2015, Suecia vio un total de 547 casos en los cuales se reportó un crimen de odio dirigido a judíos, según el Consejo Nacional Sueco para la Prevención del Crimen, o BRA. De esos casos, se informó un cuarto en la región de Scania, cuya capital es Malmo, donde viven aproximadamente 1.000 judíos, según una investigación de la emisora sueca SVT.
Tras el reconocimiento por parte del presidente estadounidense Donald Trump de Jerusalén como capital de Israel en diciembre pasado, más de una docena de hombres arrojaron bombas incendiarias contra una sinagoga en Gotemburgo.
En Malmo, los participantes de una manifestación de protesta contra Israel cantaron en árabe acerca de disparar a los judíos tras el reconocimiento.
Luego de esos incidentes, el embajador sueco en Israel dijo que las autoridades suecas no habían logrado proteger a la comunidad judía del país.
Malmo tiene un gran problema de antisemitismo en relación con el resto de Suecia, que tiene una población judía de unos 20,000. La sinagoga de la ciudad ha sufrido ataques repetidos.