Una vereda en el centro de París fue vandalizada el lunes con un graffiti antisemita que decía “judíos al horno”.
La consigna virulentamente antisemita enfureció a la comunidad judía local.
Yaakov Hagoel, presidente en funciones de la Organización Sionista Mundial, dijo en respuesta al incidente que “los judíos de la diáspora están pidiendo a gritos seguridad, justicia y una vida tranquila. Es hora de dedicar esfuerzos y recursos a una batalla inflexible contra el antisemitismo. La educación, las leyes e incluso la aplicación estricta en casos de incitación al odio, amenazas o ataques son vitales en todos los países en este momento, y más temprano que tarde”.
El mes pasado, la policía francesa detuvo a cinco miembros de una célula neonazi que planeaban llevar a cabo ataques terroristas contra lugares de culto judíos y musulmanes en toda Francia. France 24 informó que un alto funcionario jurídico francés dijo que los miembros de la célula que fueron arrestados “tenían opiniones similares a las de los nazis”.
En Europa en general y en Francia en particular, se ha registrado un aumento de los incidentes antisemitas en los últimos años. Una nueva encuesta realizada por la Conferencia de Rabinos Europeos, que representa a cientos de comunidades judías en el continente, indicó que casi la mitad (49%) de los viajeros israelíes temían encontrarse con el antisemitismo en el extranjero. Más de la mitad (55%) de los padres de niños pequeños dijeron que temían ser blanco de ataques antisemitas.
Además, el 71% de los encuestados dijeron que creían que los judíos europeos ya no estaban seguros en sus propios países. Cuando se les preguntó si los judíos europeos debían mudarse a Israel, el 91% de los encuestados respondió que sí.