En una entrevista el lunes, el primer ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, dijo que las acusaciones de que era antisemita buscaban silenciar su crítica a los judíos “por hacer cosas incorrectas”.
En una entrevista con The Associated Press que abarcó desde el comercio con China hasta la crisis Rohingya en la vecina Myanmar, se preguntó a Mohamad, un veterano defensor de la denominada causa palestina, por su historial de comentarios considerados antisemitas.
“Deberíamos poder criticar a todos”, dijo, y atacó las leyes en contra de negar el Holocausto.
“Antisemita es un término que se inventa para evitar que las personas critiquen a los judíos por hacer cosas incorrectas”, dijo.
Mahathir condujo a su coalición opositora Pakatan Harapan (Alianza de Esperanza) a una sorprendente victoria en las elecciones nacionales de mayo. El jueves tomó su juramento ante el rey, el sultán Muhammad V. Es una figura descomunal en Malasia, con su influencia dominando la política del país multiétnico desde la Guerra Fría hasta el nuevo milenio. Su primer turno como primer ministro se prolongó durante 22 años, llegando a su fin en 2003.
También es famoso por su virulento antisemitismo. Escribió en su blog personal en 2012 que “los judíos gobiernan este mundo en base al poder”, informó Associated Press.
En un discurso de 2003 ante los líderes reunidos de las naciones de mayoría musulmana en la cumbre de la Organización de la Conferencia Islámica en Kuala Lumpur, pidió que “1.300 millones de musulmanes” se unan para “contraatacar” contra los “pocos millones de judíos” que los derrotaron. También sugirió que los judíos buscaban “aniquilar” a todos los musulmanes del mundo, y utilizó el Holocausto como un ejemplo que los musulmanes podían emular.
“1.300 millones de musulmanes no pueden ser derrotados por unos pocos millones de judíos”, dijo en el discurso. “Debe haber una forma. Y solo podemos encontrar un camino si nos detenemos a pensar, a evaluar nuestras debilidades y nuestra fortaleza, a planear, a diseñar estrategias y luego a contraatacar. En realidad somos muy fuertes. 1.3 billones de personas no pueden ser simplemente eliminadas. Los europeos mataron a seis millones de de 12 millones de judíos”.
También dijo: “Me alegra que me etiqueten de antisemita […] ¿Cómo podría ser de otra manera, cuando los judíos que tan a menudo hablan de los horrores que sufrieron durante el Holocausto muestran la misma crueldad y dureza de los nazis hacia no solo sus enemigos, sino incluso hacia sus aliados, deberían tratar de detener la matanza sin sentido de sus enemigos palestinos”.
Escribió en su libro de 1970 “The Malay Dilemma” (El dilema malayo) que “los judíos no son meramente narices ganchudas, sino que entienden el dinero instintivamente”.
Mahathir saltó a la fama al defender políticamente a los malayos indígenas del país, a quienes consideraba desfavorecidos en comparación con la minoría china del país, y supervisó el rápido desarrollo de su joven país mientras concentraba el poder bajo su régimen cada vez más autocrático.
Durante mucho tiempo pareció disfrutar de su papel como antagonista de Occidente. Frecuentemente criticaba a los Estados Unidos y sus aliados cercanos, a menudo con un lenguaje ofensivo, mientras promovía lo que él veía como valores e intereses asiáticos.
Las críticas de Mahathir a los líderes occidentales se han extendido más recientemente al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a quien describió como un “hombre errático” durante una entrevista de AP el año pasado. Su regreso a la oficina no ha atenuado su opinión.
“Hasta ahora no ha indicado que deba cambiar mi punto de vista”, dijo sobre Trump el lunes. “Cambia de opinión en 24 horas. Quiero decir que es difícil tratar con cualquier persona cuya mente no esté hecha”.
Aun así, Malasia continuará dando la bienvenida a la inversión estadounidense, particularmente en los sectores de alta tecnología, dijo, a la vez que prometió exenciones de impuestos y otros incentivos.