Miles de vehículos quedaron atrapados durante horas en una autopista cerca de Utrecht, debido a una protesta antiisraelí. Los manifestantes, parte de una iniciativa global denominada A15, buscaban interrumpir el comercio para llamar la atención sobre lo que describen como un “genocidio” en Gaza.
Un automovilista confrontó a un policía sobre los cánticos de los manifestantes, específicamente el eslogan “Del río al mar”, calificándolo de llamado al genocidio.
El policía respondió que actuarían cuando el disturbio se volviera inmanejable. La protesta, que duró tres horas, finalizó sin mayores incidentes. Según informes de The Times of Israel, varios participantes expresaron su oposición a la existencia de Israel como Estado judío.
Emmie Vronk, una trabajadora social holandesa de 23 años, expresó: “Los judíos que llegaron allí después de 1948, no creo que deban estar allí”. Esta protesta formaba parte de una campaña más amplia que cuestiona la legitimidad del Estado de Israel.
Cena, de 26 años y líder del grupo Rolling for Palestine, argumentó que “solo los palestinos autóctonos pertenecen” en Palestina, negándose a clasificar su propia identidad nacional más allá de ser ciudadano holandés.
Stefan Mijgens, uno de los automovilistas afectados por el bloqueo, simpatizaba con el mensaje anti-guerra de los manifestantes, pero criticó la forma de la protesta por causar inconvenientes significativos a terceros, incluyendo su propia tardanza a una reunión importante.