El vicepresidente estadounidense Mike Pence dijo el domingo que estaba «asqueado y consternado» por el hecho de que un graffiti antisemita fue pintado con aerosol en la propiedad de una sinagoga en el Estado natal de Chis en Indiana.
Una esvástica negra rodeada por un fondo rojo y la Cruz de Hierro Militar alemana y nazi fueron pintadas en una pared en la Congregación Shaarey Tefilla, una sinagoga conservadora familiar de 200 miembros en Carmel, cerca de Indianápolis.
Los graffiti fueron pintados en la sinagoga temprano en la mañana del sábado. Los servicios matutinos del Shabat se llevaron a cabo a pesar del descubrimiento, dijo la sinagoga en una publicación en Facebook.
Escribiendo en Twitter, Pence calificó al graffiti como «un acto cobarde de vandalismo» y dijo que «los responsables deben rendir cuentas«.
Sickened and appalled by the cowardly act of vandalism at Congregation Shaarey Tefilla; a beautiful synagogue in Carmel, Indiana where I have many good friends. Those responsible must be held accountable. These vile acts of anti-Semitism must end. https://t.co/0h6rKPilda
— Vice President Mike Pence Archived (@VP45) July 29, 2018
Desde el incidente, se ha puesto en marcha la seguridad de extra en las sinagogas del área de Indianápolis, dijo el Consejo de Relaciones de la Comunidad Judía de Indianápolis a los medios locales.
Debra Barton Grant, vicepresidenta ejecutiva de la Federación Judía del Gran Indianápolis, publicó fotos del cobertizo destrozado en su página personal de Facebook.
https://www.facebook.com/dbartongrant/posts/10156836625546833
Barton Grant señaló que Indiana sigue siendo uno de los cinco Estados sin una ley de crímenes de odio.
Los líderes republicanos del Senado anunciaron en enero que estaban matando un proyecto de ley que apuntaba a crímenes motivados por prejuicios.
Una encuesta reciente realizada por Ball State University encontró que el 65 por ciento de los residentes de Indiana apoyan la creación de una ley de crímenes de odio. Pero un hilo profundo de conservadurismo social se extiende por todo el Congreso, y los legisladores se enfrentan a la presión de activistas que argumentan que una ley de crímenes de odio crearía una clase especial de víctimas protegidas.
Una disposición que habría protegido a las personas transgénero fue un punto particularmente difícil.
El proyecto de ley de la senadora republicana Susan Glick habría establecido específicamente en la ley que un juez podría tener en cuenta si un delito fue motivado por raza, religión, color, sexo, identidad de género, discapacidad, origen nacional, ascendencia, orientación sexual o etnia.
También habría requerido que tales crímenes sean reportados al FBI. Actualmente, las agencias policiales de Indiana no están obligadas a hacerlo.
Las cuentas anecdóticas sugieren que los casos de prejuicios están aumentando en Indiana, y el Southern Poverty Law Center informa que existen 26 grupos de odio activos en el Estado.