JTA – Al principio, Shay Asher, de 24 años, afirmó que una foto suya haciendo un saludo nazi en un partido de fútbol en Inglaterra el año pasado era simplemente un malentendido.
Asher, un ex bombero, dijo a la policía que le interrogó sobre la foto que simplemente estaba saludando a un amigo durante el partido en Newcastle entre el Newcastle FC y el Tottenham Hot Spurs de Londres.
Pero la policía recomendó procesarle igualmente, y los fiscales presentaron pruebas que le obligaron a admitir esta semana ante el tribunal la comisión de un delito con agravante racial que causó acoso.
Recibió una multa de casi 400 dólares, según informó el miércoles Sky News, y la policía pretende prohibirle durante un largo periodo la entrada al estadio principal de Newcastle, en el norte de Inglaterra. A la espera de ese procedimiento, se le prohíbe la entrada a cualquier evento deportivo en Gales e Inglaterra.
El castigo, inusualmente severo, demuestra cómo las autoridades británicas y los responsables del fútbol están intensificando su aplicación contra comportamientos que solían ser habituales y quedaban casi siempre impunes hace apenas una década.
El Tottenham es uno de los pocos equipos de fútbol de Europa que muchos de sus aficionados y los de los equipos rivales consideran “judíos”, debido a su afición histórica. Este fenómeno ha llevado al uso de lenguaje antisemita y a la trivialización del Holocausto en los partidos.
Asher, que vive en el suburbio de Gateshead, en Newcastle, donde vive una gran población de judíos ortodoxos, se presentó en una comisaría local después de que la policía compartiera una imagen suya en Internet pidiendo detalles sobre un presunto delito de odio.
La fiscalía presentó a un testigo que dijo que le había visto realizar un saludo nazi con el dedo sobre la boca para hacerse un bigote -una referencia a Adolf Hitler- y le oyó decir que quería pelearse con los hinchas del Tottenham, según Sky News. Asher acabó cambiando su versión, admitió la ofensa y dijo sentirse avergonzado.
En 2021, el Reino Unido tenía en vigor más de 1.300 prohibiciones de jugar al fútbol, algunas de ellas por discursos de odio pronunciados en Internet, según informó el año pasado el tabloide Express. La ministra del Interior británica, Priti Patel, anunció el año pasado que la retórica racista en línea en el contexto de los partidos de fútbol podría dar lugar a prohibiciones de 10 años en los estadios.
“El racismo es inaceptable y durante demasiado tiempo el fútbol se ha visto empañado por este vergonzoso prejuicio”, afirmó.