Un activista propalestino fue grabado pintando con spray y rajando un retrato histórico de Lord Arthur Balfour de 1914 en la Universidad de Cambridge (Reino Unido).
En 1917, como ministro de Asuntos Exteriores, Balfour firmó la Declaración Balfour, que respaldaba el establecimiento de un “hogar nacional para el pueblo judío” en lo que se convertiría en el Mandato Británico de Palestina.
Se consideró que esta medida otorgaba al movimiento sionista el reconocimiento oficial y el respaldo de una gran potencia, y los palestinos la han lamentado durante mucho tiempo.
En 2022, dos mujeres fueron detenidas por rociar con ketchup una estatua de Balfour en el Parlamento de Londres.