Un tribunal laboral belga aceptó como motivo de despido por falta grave que una empresa rescindiera el contrato de un contador por haber marcado con “me gusta” una publicación antisemita en una página de la red social Facebook.
El Tribunal Laboral de Lieja, en el este de Bélgica, dio la razón a la empresa, que alegó que había advertido con anterioridad al empleado por ese tipo comportamientos al considerar que atentan contra la imagen de la firma.
La empresa radicada en Bruselas -cuyo nombre no ha trascendido- descubrió que el empleado en cuestión publicaba en el “muro” de su perfil personal de Facebook artículos relacionados con el controvertido cómico francés Dieudonné, condenado en Francia por antisemitismo.
Los responsables de la compañía advirtieron al empleado de que ese tipo de publicaciones ponían en riesgo la reputación de la empresa, y este se comprometió a dejar de difundirlos.
Posteriormente, el trabajador marcó la pestaña de “me gusta” de una publicación similar, lo que conllevó su despido por parte de la empresa y confirmó la justicia belga con una sentencia firme del pasado 24 de marzo.
El contador argumentó que su actitud estaba amparada por la libertad de expresión, y que había respetado su compromiso pues mostrar aprecio por una publicación en Facebook no equivale a compartirla.
“Todo trabajador tiene derecho a su libertad de expresión, pero esta no puede en ningún caso empañar la imagen de la empresa y de sus dirigentes”, señala la sentencia.
El letrado Carl Vander Espt declaró que la sentencia muestra el “creciente peligro para los trabajadores de expresarse sin pensar en internet y en las redes sociales como Facebook o Twitter”.
“La frontera entre la esfera privada y pública se muestra cada vez más porosa” a ojos de la justicia, subrayó Vander Espt.
Por su parte, el abogado especializado en medios de comunicación Jacques Englebert señaló que, a su entender, la decisión del tribunal es correcta porque “cuando se hace ‘me gusta’, uno se expresa”, pese a que a veces los usuarios no lo perciban como tal porque se ha convertido en “un gesto fácil, banal”.
Fuente: aurora-israel.co.il