Arqueólogos del Centro de Investigaciones Egiptológicas de la Academia Rusa de las Ciencias hallaron el cadáver de un niño de ocho años y 142 perros enterrados juntos en Egipto.
El hallazgo, desenterrado cerca de El Cairo, se ha datado en el siglo I a.C. o en el siglo I de nuestra era. Durante este periodo, Egipto pasó a estar bajo dominio romano.
Caninos en el Egipto histórico
Se cree que la mayoría de los perros enterrados -un 87% de ellos cachorros- perecieron a causa de las inundaciones. Los arqueólogos pudieron determinar que fallecieron pacífica y simultáneamente. Además, descubrieron arcilla azul en los perros, algo habitual en la época en los embalses y que apoyaba la idea de que los perros se habían ahogado.
Aunque los antiguos egipcios veneraban una gran variedad de animales, no solían considerar sagrados a los perros. Los empleaban como trabajadores y como mascotas. Sin embargo, algunos canes eran momificados y enterrados con sus dueños. Los antiguos egipcios creían que las deidades con cabeza de perro Anubis y Upuat acompañaban a los espíritus de los difuntos en el más allá. Algunos canes eran sacrificados para que sirvieran de amuleto durante un entierro.
El único caso en el que se pueden hacer comparaciones es el hallazgo del cadáver de un niño con 12 perros en un cementerio de Hierakonpolis.
Se desconoce la razón por la que el niño fue enterrado allí. El pequeño murió mientras cuidaba de los perros y, según la teoría actual de los expertos, fue enterrado con ellos.
Jóvenes en el antiguo Egipto
Es probable que el joven y sus mascotas no murieran. Egypt Today afirma que los niños del antiguo Egipto recibían un buen trato, tenían acceso a la educación y no se les permitía adquirir un oficio.
El niño fue descubierto con una bolsa de lino cubriéndole la cabeza, lo que aumentaba el misterio. La única vez anterior que se descubrió un cadáver con una bolsa de lino cubriéndole la cabeza, el difunto había muerto de un disparo de flecha.
Según la American Society of Research Abroad, la esperanza de vida media en el antiguo Egipto era de 22,5-25 años para los hombres y de 35-37 años para las mujeres.