Investigadores cerca de Bodim, en Cornualles (Reino Unido), han encontrado un antiguo círculo de piedras hasta ahora desconocido durante el primer estudio arqueológico moderno del lugar.
El lugar en cuestión se conoce como Castilly Henge, que se cree que fue construido a finales del Neolítico (3.000 a.C. a 2.500 a.C.), y que presenta un banco externo y un foso interno. El henge en sí es un recinto ovalado de 68 metros de largo y 52 metros de ancho y está inscrito en el registro de Patrimonio en Riesgo debido a que es difícil de cuidar debido a su ubicación. Según investigaciones anteriores, se pensaba que el lugar podría haber sido utilizado como una especie de teatro durante la Edad Media y que posteriormente se utilizó como batería de cañones durante la Guerra Civil inglesa.
Pero según este nuevo descubrimiento, que se detallará en un informe de Historic England que se publicará a finales de este año, lo que se encontró fueron restos de un circlero de piedra enterrado desde hace mucho tiempo en el centro del henge. Esto lo convertiría en el segundo henge de todo Cornualles que tiene un círculo de piedras.
Los círculos de piedra son una construcción antigua que puede verse en todo el noroeste de Europa, concretamente en Gran Bretaña, Irlanda y Bretaña. Aunque son un rasgo icónico de la época, los historiadores han debatido durante mucho tiempo la finalidad que tenían estos círculos de piedra, y aún no se ha llegado a un consenso adecuado al respecto.
Pero, como mínimo, tenían cierta importancia, y como tal, su presencia en Castilly Henge implica que el sitio puede tener más importancia de la que se pensaba.
“La investigación en Castilly Henge nos ha proporcionado una comprensión más profunda de la complejidad de este sitio y su importancia para la historia de Cornualles durante miles de años. Nos ayudará a tomar decisiones sobre la forma de gestionar y presentar el monumento para que pueda ser disfrutado por las generaciones venideras”, dijo en un comunicado la responsable del proyecto Historic England Heritage at Risk, Ann Preston-Jones.
El descubrimiento fue realizado por la Unidad de Arqueología de Cornualles (CAU), que había reunido a voluntarios para limpiar el lugar del crecimiento de la vegetación, y por Historic England, que realizó estudios topográficos y geofísicos detallados. Los esfuerzos por despejar la vegetación ayudaron a hacer visible el paisaje y permitieron vallar la zona, lo que puede permitir a los agricultores utilizarla para el pastoreo, algo que la CAU señala como algo positivo.
“La ayuda de los voluntarios locales ha sido inestimable para eliminar los helechos y los matorrales que ocultaban el henge. Durante el invierno, trece personas dedicaron 111 horas de su tiempo y ahora el monumento tiene un aspecto mucho mejor”, explicó el arqueólogo principal del CAU, Peter Dudley.
“El proyecto también ha vuelto a cercar el campo y el agricultor está contento de empezar a pastar de nuevo, mejorando la gestión a largo plazo de este increíble yacimiento arqueológico”.