Recientes excavaciones en Jerusalén desvelan un acueducto de la época romana que abastecía la ciudad hace 2000 años.
Jerusalén: revelando tesoros de su historia antigua
Las Autoridades de Antigüedades de Israel anunciaron el hallazgo de un importante acueducto en el barrio de Giv’at Hamatos. Esta construcción, datada en tiempos romanos, distribuía agua a sectores elevados de Jerusalén.
En su apogeo, el acueducto servía a los residentes más prestigiosos de la ciudad, incluido el palacio del emperador romano Herodes. Sorprendentemente, este sistema continuó operando incluso después de que la Décima Legión Romana arrasara el Segundo Templo.
El Dr. Ofer Sion y Ruth Cohen, quienes dirigieron la excavación, describieron la necesidad de este sistema: “Al final del periodo del Segundo Templo y con la expansión de Jerusalén, los recursos hídricos locales eran insuficientes. Se requería traer agua desde ubicaciones más remotas”.
Ingenuidad hidráulica: las arterias de la civilización desaparecida
Para atender a las crecientes necesidades de agua de Jerusalén, los asmoneos y el rey Herodes emprendieron la creación de dos majestuosos acueductos. Estas estructuras, reconocidas como unos de los sistemas más avanzados de su tiempo, traían agua desde manantiales cercanos a Belén.
El diseño aprovechaba leyes hidráulicas fundamentales y una ingeniería sin precedentes, permitiendo que el agua recorriera extensas distancias.
Durante los trabajos, financiados por la Compañía de Desarrollo Urbano de Arim, se descubrió una moneda de 67/68 d. C., un testimonio silente de la resistencia judía contra los romanos antes de la destrucción del Segundo Templo.
Monedas romanas: rastros de tradición milenaria y legado
“A pesar de las transformaciones urbanas, la Décima Legión continuó utilizando y conservando el acueducto”, indicaron Sion y Cohen. En su excavación, encontraron cerca de 25 monedas en la estructura, probablemente colocadas por constructores romanos como un acto de buena suerte.
Estos descubrimientos podrían brindar una oportunidad única para datar con precisión las etapas de construcción de los acueductos de Jerusalén, arrojando luz sobre sus creadores originales.
El diseño del acueducto se alineaba armoniosamente con el terreno, y hasta la fecha, se han diferenciado tres secciones del mismo, dos de ellas relacionadas con el Segundo Templo y una posterior, vinculada a la Legión Romana.