Los arqueólogos han descubierto una inscripción en forma de grafiti del siglo XV, que se cree que pertenece a una de las figuras militares medievales más admiradas de Suiza, en una pared del complejo de la Tumba del Rey David en el Monte Sión de Jerusalén.
Adrian von Bubenberg, un caballero que obtuvo una famosa victoria en la batalla de Murten en 1476, peregrinó a Tierra Santa en 1466 y en su visita, él o su hijo -también llamado Adrian- dejaron una inscripción al carbón con su nombre y el emblema de su familia en un muro de Jerusalén.
Los arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA) descubrieron la inscripción mientras realizaban un estudio arqueológico en el monte Sión para documentar antiguos grafitis de peregrinos musulmanes y cristianos a Jerusalén.
Hasta el momento han revelado más de 40 inscripciones en diferentes idiomas, así como los emblemas familiares de caballeros medievales.
“En el periodo mameluco, entre 1332-1551, el complejo de edificios adyacente a la tradicional Tumba del Rey David, era propiedad de los monjes de la orden católica franciscana”, explican Michael Chernin y Shai Halevi, de la Autoridad de Antigüedades de Israel, que dirigen el proyecto.
“El edificio sirvió de monasterio y albergue para los peregrinos occidentales, que dejaron su huella en las paredes”.
Los arqueólogos de la IAA utilizaron la fotografía multiespectral para descifrar las inscripciones que se han desvanecido o borrado con el paso de los años. La tecnología se desarrolló originalmente para la investigación de los pergaminos del desierto de Judea.
Von Bubenberg, considerado un héroe nacional en Suiza, nació en el seno de una familia noble en 1424 y, tras un largo servicio como alcalde de Berna, alcanzó la fama en 1476 cuando dirigió el ejército confederado suizo hasta la victoria contra Carlos el Temerario, duque de Borgoña, en la batalla de Murten.
Tras la batalla, que se libró contra uno de los ejércitos más fuertes de Europa, los soldados suizos ganaron prestigio como fieros combatientes. Esta reputación permitió a Suiza mantener su independencia entre estados vecinos más grandes y agresivos hasta los tiempos modernos.
Tras su muerte en 1479, y en agradecimiento a su protección de Berna y Suiza, von Bubenberg fue enterrado en un lugar de honor en la Catedral de Berna. Una estatua suya sigue adornando una de las plazas centrales de Berna, y muchas calles de las ciudades suizas llevan su nombre.
El IAA reconoció que no es posible determinar si fue el padre o el hijo quien dejó la inscripción, ya que ambos visitaron Jerusalén, pero dijo que el hallazgo proporciona una prueba directa de la conexión entre la Suiza medieval y Jerusalén.
“La investigación realizada en Jerusalén abarca religiones y culturas de todo el mundo”, dijo Eli Escusido, director del IAA.
“Creyentes, peregrinos y visitantes que buscaban entrar en contacto con la Jerusalén santificada, dejaron huellas que los investigadores de la Autoridad de Antigüedades de Israel revelan y registran a diario. Todos estos restos contribuyen al fascinante panorama”, añadió.
Los resultados de la investigación se han presentado hoy en una conferencia conjunta de la Autoridad de Antigüedades de Israel, la Universidad Hebrea y la Universidad de Tel Aviv.