Los restos de una rata de hace unas decenas de miles de años podrían arrojar luz sobre la posible existencia de un corredor de viaje de clima templado desde África hasta Europa, dijeron investigadores israelíes el martes.
Los restos de una rata de crin, o cresta, fueron encontrados en Israel durante unas excavaciones realizadas en 2016 por arqueólogos que buscaban pergaminos antiguos. Se encontraron cientos de huesos en una cueva en el sur del desierto de Judea.
Los investigadores dijeron que la presencia de los restos de la rata sugería que podría haber habido un corredor de tierra hacia Israel desde el este de África con un clima igualmente húmedo que permitiera a la especie sobrevivir a la migración.
Según un comunicado de la Universidad de Haifa, los investigadores que analizaron los restos extrajeron con éxito la muestra genética más antigua encontrada hasta ahora en la región.
“Pudimos extraer ADN de los huesos antiguos”, dijeron los investigadores en un comunicado de la Universidad de Haifa. “Es el ADN más antiguo extraído de los huesos de nuestra región hasta la fecha. El análisis genético y morfológico reveló que se trata de una subespecie de la rata de crin que vive actualmente en África oriental”.
El roedor es grande, pesa alrededor de un kilo (2,2 libras), y su equivalente moderno es un hallazgo raro incluso hoy en día en su hábitat natural africano, una zona con mucha lluvia y vegetación verde.
Los investigadores dijeron que el antiguo animal era muy similar a la rata de crin actual.
“Si la especie vive ahora en zonas húmedas, lo más probable es que incluso hace unos 100.000 años, la subespecie que hemos encontrado hubiera necesitado las mismas condiciones”, dijeron los investigadores.
“La proximidad genética nos permite suponer que la subespecie primitiva también vivía en un entorno climático similar al actual”, dijeron los investigadores. “Dado que la misma especie africana llegó al desierto de Judea a través de un antiguo corredor climático, también es probable que los humanos que emigraron de África al Levante en aquella época también se beneficiaran del mismo corredor ecológico”.
Sólo uno de los huesos encontrados en el yacimiento pudo datarse mediante la datación por carbono y resultó ser de hace 42.000 años.
El resto de los huesos no pudieron ser analizados con este método, lo que significa que tenían más de 50.000 años de antigüedad.
Sin embargo, los investigadores del Servicio Geológico de Israel pudieron datar los fragmentos de yeso descubiertos con los huesos, lo que situó el marco temporal más antiguo del roedor en 120.000 años.
Los investigadores concluyeron que el roedor vivió en el desierto de Judea hace entre 42.000 y 103.000 años.
Según los investigadores, al igual que sus parientes de África, esta subespecie de rata también se caracterizaba por sus protecciones especiales contra los depredadores, entre ellas tener un cráneo extra grueso y envenenar su propio pelaje masticando corteza tóxica y extendiéndola después sobre los pelos absorbentes que cubren su cuerpo.
El estudio se ha publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS) y ha sido realizado por un equipo dirigido por el Dr. Ignacio Lazagabaster de la Universidad de Haifa y el Museo de la Naturaleza de Berlín, junto con un equipo de la Universidad de Tel Aviv, la Universidad de Montpellier, la Universidad Hebrea, el Servicio Geológico de Israel y la Autoridad de Antigüedades de Israel.