Los humanos que vivían a orillas del lago Kinneret (el Mar de Galilea) hace unos 22.500-23.500 años, durante el último periodo glacial, llevaban un estilo de vida sorprendentemente próspero y rico, según demuestra un análisis de los restos de la zona realizado por la Universidad Hebrea de Jerusalén (HU).
Un estudio de la UH, publicado en la revista académica PLOS One, de restos de animales encontrados enterrados en el yacimiento arqueológico israelí Ohalo II, descubrió una rica diversidad de fuentes de alimentación durante un período de escasez de alimentos en el planeta Tierra.
En el estudio, dirigido por la estudiante de doctorado de la HU Tikvah Steiner, se examinaron y analizaron los restos de animales como gacelas, ciervos, liebres y zorros que vivieron durante el Último Máximo Glacial, hace 22.500-23.500 años.
El arqueólogo Dani Nadel, de la Universidad de Haifa, excavó el yacimiento del norte de Israel, examinó la dieta y el uso extensivo de las partes de los animales para determinar el bienestar y el estilo de vida de los antiguos habitantes.
Los 22.000 restos encontrados en el yacimiento, así como los hallazgos anteriores, como restos vegetales calcinados, herramientas de sílex y granos de cereal, indican una dieta y un estilo de vida sólidos para las tribus que vivían en la zona en esa época.
El equipo de investigación israelí llegó a la conclusión de que Ohalo II presentaba una mayor variedad de sustento que la mayoría de los demás yacimientos del Epipaleolítico.
Durante el Último Máximo Glacial, el último periodo glacial de la historia del planeta, la sequía, la desertización y un gran descenso del nivel del mar fueron habituales en la mayor parte del mundo, que se vio muy afectado por grandes capas de hielo que cubrían la mayor parte de su superficie.
Sin embargo, un campamento de pescadores-cazadores-recolectores, anteriormente sumergido, situado a orillas del lago Kinneret, prosperó gracias a que la edad de hielo tuvo efectos mínimos en la región y, concretamente, en Ohalo II.
La civilización que ocupaba las costas en aquella época disfrutaba de una variada oferta de alimentos, desde un espectro de plantas comestibles hasta mamíferos, reptiles, aves y peces.
Los investigadores creen que los hallazgos indican una rica diversidad de fuentes de alimentación durante el periodo glacial, más que una disminución de la disponibilidad de alimentos.