Misteriosos ecos del antiguo Egipto cobraron vida en el corazón de Jerusalén el domingo pasado, cuando dos majestuosos sarcófagos egipcios, con más de 2.500 años de antigüedad, fueron sometidos a un minucioso escrutinio en el Centro Médico Shaare Zedek.
El objetivo de esta extraordinaria iniciativa, llevada a cabo por un equipo conjunto del hospital y el Museo de Israel, es desentrañar los secretos de la antigua artesanía utilizada en la construcción de estos imponentes ataúdes que albergaban a los cuerpos momificados.
El desafío de estudiar estas delicadas obras de arte
El estudio detallado de estos sarcófagos ha sido un desafío debido a la necesidad de evitar cualquier manipulación indebida que pudiera causar daños irreparables. Para abordar este dilema, los expertos idearon una solución innovadora: utilizar la tecnología de tomografía computarizada (TAC) para explorar los misterios ocultos bajo la superficie de estas reliquias milenarias.
Nir Or Lev, conservador de Arqueología Egipcia del Museo de Israel, explicó: “Para comprender lo que se oculta bajo las obras de arte, hay dos opciones. Podemos retirar la obra de arte, cosa que no queremos hacer, o podemos realizar una tomografía computarizada y, a través de ella, ver qué ocurre debajo”.
El cuidadoso proceso de transporte y escaneo
La iniciativa no estuvo exenta de desafíos logísticos y precauciones extremas. Durante cinco meses, los equipos del hospital y del museo planificaron meticulosamente la delicada operación de transporte de los sarcófagos desde su hogar en el museo hasta el hospital en el centro de Jerusalén. Cada movimiento debía ser ejecutado con la precisión de un antiguo ritual para preservar la integridad de estas joyas históricas.
El misterio de los sarcófagos egipcios
El primer sarcófago, con casi 3.000 años de antigüedad, pertenecía a Jed-Mot, una distinguida cantante ceremonial del antiguo dios Amón-Ra. Su misterio y esplendor han desconcertado a los investigadores durante siglos. El segundo sarcófago, datado entre los siglos VII y IV a. C., pertenecía a Petah-Hotep, un noble egipcio cuya vida y linaje permanecen envueltos en un velo de intriga.
Revelando los secretos ocultos
El momento emocionante llegó cuando los sarcófagos fueron cuidadosamente colocados en el escáner de TAC, permitiendo a los investigadores vislumbrar los secretos ocultos entre las capas de madera, yeso y otros materiales utilizados en la construcción de estos ataúdes sagrados. Shlomi Hazan, radiólogo jefe de Shaare Zedek, expresó su asombro: “Nunca en mi vida profesional había podido hacer algo así”.
Aunque los resultados completos de este estudio aún se encuentran en proceso de análisis, los expertos anticipan que las imágenes generadas por el escáner proporcionarán una nueva perspectiva sobre la maestría y dedicación de los antiguos artistas egipcios. Se espera que en unas semanas, las revelaciones obtenidas a través de esta innovadora técnica arrojen luz sobre la creación de estos ataúdes, acercándonos un poco más a los misterios de la vida y la muerte en el antiguo Egipto.
Un hito en la comprensión de la antigua civilización egipcia
A medida que la investigación continúa y se descubren más detalles, este fascinante estudio promete ser un hito en la comprensión de la antigua civilización egipcia y su legado duradero. La magia de Egipto se encuentra ahora en Jerusalén, mientras los investigadores israelíes desentierran los secretos ocultos bajo las milenarias capas de estos sarcófagos ancestrales.