Un tejido rojo escarlata de 3.800 años de antigüedad descubierto en 2016 en el desierto de Judea ha sido confirmado como teñido con un insecto específico mencionado en textos antiguos, según un artículo publicado en el Journal of Archaeological Science.
Investigadores de la Universidad Hebrea, la Universidad Bar-Ilan y la Autoridad de Antigüedades de Israel colaboraron en este estudio, revelando los hallazgos en un comunicado de prensa.
El pequeño fragmento de textil, de menos de 2 centímetros de diámetro, fue encontrado en la “Cueva de las Calaveras” cerca de Masada, durante una excavación destinada a preservar hallazgos patrimoniales del saqueo de antigüedades en 2016. Los arqueólogos se sorprendieron por el intenso color rojo del tejido.
Utilizando datación por carbono 14,4, los científicos determinaron que el artefacto pertenece a la Edad del Bronce Medio (siglos XX-XVIII a.C.). Mediante cromatografía líquida de alto rendimiento (HPLC), una técnica para identificar componentes de soluciones mixtas, se rastreó el tinte hasta el insecto escama Kermes vermilio.
Este insecto, común en la región mediterránea, pero no en Israel, es probablemente el “gusano escarlata” (tola’at hashani) mencionado 25 veces en la Biblia, junto a colores como el azul (techelet) y el púrpura (argaman), considerados los más valiosos de la antigüedad. En la Biblia, los israelitas debían usar este tinte para las telas del Tabernáculo y las vestiduras sacerdotales.
Na’ama Sukenik, de la Autoridad de Antigüedades de Israel, explicó: “En la antigüedad, el tinte se producía a partir de la cochinilla hembra, que vive en el árbol de coscoja (Quercus coccifera)”. La recolección de estos insectos se hacía durante un breve período de un mes en verano, cuando la hembra había puesto sus huevos, pero antes de que eclosionaran, maximizando así la cantidad de tinte.
Aunque las fuentes antiguas mencionan frecuentemente tintes hechos con cochinillas, son raros los textiles teñidos con estos insectos que datan de antes del periodo romano. Este diminuto fragmento es la evidencia más antigua de dicha técnica, “conectando la brecha entre las fuentes escritas y los hallazgos arqueológicos”, según Sukenik.
Además, Sukenik destacó que Israel posee un insecto escama diferente, que vive en los robles palestinos (Quercus calliprinos) y produce un color rojo anaranjado. La ausencia de Kermes vermilio en Israel sugiere la existencia de “amplias redes comerciales internacionales ya activas en ese periodo, indicando una sociedad de élite”.