Un nadador recreativo ha encontrado un alijo de columnas de mármol de 1.800 años de antigüedad, en un naufragio frente a la costa de la aldea costera central de Beit Yanai en Israel.
Un Tesoro Submarino
Gideon Harris, el buzo, descubrió alrededor de 44 toneladas de bloques de mármol que, según el arqueólogo Kobi Sharvit de la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA), parecen ser parte de un naufragio de un barco que se dirigía a un puerto romano para descargar su preciada carga.
Se cree que este cargamento de un naufragio es el más antiguo de su tipo descubierto en el Mediterráneo Oriental. Las tormentas de invierno revelaron el antiguo cargamento al soplar arena acumulada durante milenios.
Las primeras inmersiones han desvelado un masivo dintel de mármol de 6 metros, además de capiteles parcialmente tallados y algunos capiteles corintios ornamentados.
Plan para una Excavación Submarina
Sharvit, director de arqueología submarina de la IAA, confirmó que aún no se ha encontrado ningún resto del barco. La IAA planea llevar a cabo una excavación submarina la próxima semana en colaboración con estudiantes de la Universidad de Rhode Island, con la esperanza de encontrar madera sumergida bajo los grandes bloques de mármol o en una duna de arena submarina cercana que pueda haber enterrado y preservado partes del barco.
Según Sharvit, la disposición precisa de los bloques de mármol en el yacimiento sugiere que el barco se ancló mientras entraba agua, probablemente durante una tormenta costera.
Procedencia del Mármol
Sharvit afirmó que el valioso material de construcción probablemente procedía de Turquía o Grecia, a pesar de que su equipo ha enviado previamente muestras de mármol a un laboratorio para analizar su procedencia.
La tipografía arquitectónica y las referencias al uso del valioso mármol en la construcción por los antiguos romanos han permitido a los investigadores datar el descubrimiento alrededor de mediados del siglo II d. C.
Un Material Preciado en la Antigüedad
Sharvit explicó que el mármol debía destinarse a un proyecto de construcción de alto perfil, ya que en aquella época, incluso la lujosa ciudad portuaria romana de Cesarea usaba piedra local recubierta de estuco de yeso para dar la ilusión de mármol.
El descubrimiento de este cargamento, según Sharvit, “resuelve el problema debatido”, porque demuestra que “los elementos arquitectónicos dejaban el sitio de la cantera como material básico o artefactos parcialmente trabajados y que se modelaban y terminaban en el sitio de construcción”.