El lunes, el gobierno palestino aprobó los planes para hacer cambios en el plan de estudios de las escuelas palestinas, tras la presión de la Unión Europea y los gobiernos nacionales de Europa.
El Ministro de Educación, Marwan Awartani, presentó un informe detallado a la reunión del gabinete sobre los nuevos programas de estudio y planes de desarrollo, subrayando la necesidad de “preservar y proteger los programas de estudio basados en la cuestión soberana palestina…” con respecto a la historia e identidad palestinas y las direcciones estratégicas del Estado, incluida la Declaración de Independencia.
Según una exposición informativa en árabe en el sitio web del Consejo, éste subrayó que cualquier elaboración de planes de estudio sería una decisión nacional palestina independiente adoptada únicamente para ofrecer la mejor educación a los estudiantes palestinos como parte de una estrategia general para mejorar el sistema educativo. También subrayó la necesidad de adoptar las normas profesionales más elevadas, en consonancia con las normas internacionales para una educación de calidad.
El Consejo también acogió con beneplácito la propuesta de Awartani de establecer un centro nacional de planes de estudio y le encargó que presentara, en un futuro próximo, una visión global de cómo determinar la tendencia a una mayor renovación de los planes de estudio.
Esta declaración se produjo después de tres resoluciones separadas aprobadas por el Parlamento Europeo en las que se condenaba la incapacidad del sistema educativo palestino para erradicar las expresiones de odio y la incitación a la violencia en los libros de texto. La legislación exige que los sueldos de los profesores, financiados por las instituciones europeas, se utilicen únicamente para recompensar a quienes enseñen materiales compatibles con las normas de la UNESCO en materia de paz, tolerancia, coexistencia y no violencia.
Por lo tanto, pueden repercutir en los futuros pagos de la ayuda de la Unión Europea a la Autoridad Palestina, dada la prevalencia de material violento en los materiales educativos palestinos.
Las resoluciones fueron facilitadas por IMPACT-se, una organización de investigación y promoción que supervisa y analiza la educación para prevenir la radicalización de la juventud.
Markus Sheff, Director General de IMPACT, dijo: “Esta es claramente la respuesta del Primer Ministro y del gobierno palestino a la legislación aprobada por el Parlamento Europeo el jueves. Aún no está claro si habrá cambios en los libros de texto que los países donantes demandan y que los escolares palestinos necesitan, o si se trata de otra táctica para tranquilizar a los países donantes europeos y ganar tiempo”.
“Inevitablemente, en septiembre descubriremos si el odio y la incitación a la violencia contra los niños palestinos han sido eliminados y si se han introducido normas de paz y tolerancia en los libros de texto de la AP”.
La aprobación por parte de la AP de los cambios en el programa de estudios tiene lugar antes de la publicación del informe provisional financiado por la UE sobre los libros de texto palestinos, prevista para junio. El informe, anunciado por la entonces Alta Comisionada de la Unión Europea, Federica Mogerini, el pasado mes de abril, fue diseñado “para identificar posibles incitaciones al odio y a la violencia, así como posibles incumplimientos de las normas de la UNESCO para la paz y la tolerancia en la educación”.
Esta decisión se tomó después de que varios gobiernos nacionales tomaran medidas el año pasado para frenar la educación del odio en las escuelas palestinas.
En diciembre de 2019, el Parlamento noruego describió los materiales didácticos de la AP como “devastadores para el proceso de paz”, e instruyó a su gobierno para que retuviera la financiación a la AP si no se eliminaba la incitación a la violencia de los libros de texto. En el mismo mes, el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó por unanimidad la Ley de Paz y Tolerancia en la Educación Palestina, de carácter bipartidista. Esa legislación está actualmente progresando a través del congreso.
Y en agosto de 2019, la ONU emitió un informe sin precedentes pidiendo a la AP que elimine todos los materiales antisemitas, la incitación a la violencia y los discursos de odio de los materiales educativos.