Diversas facciones palestinas, académicos y activistas políticos exigen que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, dimita o sea apartado del poder.
Esta exigencia se produce en un momento en que Abbas, de 85 años, sigue siendo objeto de fuertes críticas por parte de muchos palestinos por haber suspendido las elecciones parlamentarias y presidenciales que debían celebrarse el 22 de mayo y el 31 de julio.
Abbas, además, se enfrenta a las críticas por no haber apoyado supuestamente a los palestinos de la Franja de Gaza durante los recientes combates de 11 días entre Israel y Hamás.
Después de que Abbas anunciara a finales de abril el aplazamiento de las elecciones, los representantes de varias facciones palestinas se reunieron en la Franja de Gaza para debatir formas de apartar a Abbas del poder.
Las facciones decidieron lanzar una campaña popular para exigir la dimisión de Abbas con el pretexto de que ya no era un líder legítimo de los palestinos.
Abbas fue elegido presidente de la Autoridad Palestina en enero de 2005 y su mandato expiró en 2009. Desde entonces ha utilizado su disputa con Hamás como excusa para evitar la celebración de elecciones parlamentarias y presidenciales.
Las últimas elecciones parlamentarias se celebraron en 2006, cuando Hamás derrotó a la facción gobernante de Abbas, Al Fatah, y obtuvo la mayoría de los escaños del Consejo Legislativo Palestino (CLP).
El CLP, con 132 escaños, está paralizado desde 2007, cuando Hamás se hizo con el control de la Franja de Gaza.
Cuando Abbas anunció el aplazamiento de las elecciones, renovó su llamamiento a la formación de un gobierno palestino de unidad nacional que esté formado por varias facciones palestinas, incluida Hamás. También ha pedido a Egipto y a Qatar que presionen a Hamás y a otras facciones palestinas para que acepten su iniciativa de establecer un gobierno de unidad.
Pero los líderes de las facciones que se reunieron en la Franja de Gaza hace unas semanas rechazaron el llamamiento de Abbas y dijeron que instarían a los palestinos a trabajar para obligar a Abbas a dimitir.
Sin embargo, los líderes suspendieron su campaña cuando comenzaron los combates entre Israel y Hamás a principios de mayo. La semana pasada, días después de que se anunciara el acuerdo de alto el fuego con mediación egipcia, las facciones anunciaron que habían reanudado su campaña para expulsar a Abbas de su cargo.
En un acontecimiento relacionado, un grupo de académicos y figuras públicas palestinas lanzaron el pasado fin de semana una campaña para exigir la dimisión o la destitución de Abbas de todos los cargos que ocupa en la dirección palestina: la presidencia y la jefatura de la Autoridad Palestina, la OLP y Fatah.
“La reciente intifada de Jerusalén ha puesto de manifiesto la rotunda incompetencia del presidente, de sus políticas y de su autoridad, y el pueblo palestino está harto”, afirmó el grupo en un comunicado.
Acusaron a Abbas de no mostrar “solidaridad moral con el sufrimiento del pueblo palestino” durante y después de los enfrentamientos entre Israel y Hamás.
Además, denunciaron los intentos de la administración estadounidense de “restaurar la legitimidad de Abbas” manteniendo reuniones con él y trabajando para reactivar el proceso de paz entre los palestinos e Israel.
El grupo acusó a Abbas de convertir la Autoridad Palestina en una “institución dictatorial gobernada por un solo individuo”, y dijo: “Declaramos que este presidente ya no tiene ninguna legitimidad política ni nacional; debe dimitir inmediatamente o ser destituido de los tres puestos de liderazgo que controla. Hacemos un llamamiento a nuestro pueblo palestino para que se sume a este llamamiento y comience una nueva página basada en la unidad de la lucha, la unidad del pueblo y la unidad de la tierra”.