Gad Elmaleh ha sido uno de los judíos más famosos de la industria del entretenimiento en Francia durante las dos últimas décadas. Este hijo de inmigrantes marroquíes, que a menudo ha hecho referencia a su identidad judía en sus exitosos sketches, ha sido nominado a un premio César, el equivalente francés del Oscar, y se ha adentrado en el panorama de la comedia estadounidense. Además, ha sido noticia por haber tenido un hijo con la hija de una princesa de Mónaco.
En un país con altos índices de antisemitismo, su éxito fue motivo de orgullo y consuelo para los judíos franceses.
Pero el lunes, el actor dijo durante una entrevista televisiva para promocionar su nueva película autobiográfica “Reste un peu” (“Quédate un rato”) que se está convirtiendo al catolicismo.
La nueva película, que se estrenará en Francia la próxima semana, cuenta con la participación de la madre y el padre reales de Elmaleh, Regine y David, que se representan a sí mismos. Sus padres no están muy contentos con su decisión, pero han decidido “apoyarme de todos modos”, dijo en el programa de entrevistas “Quelle Epoque” de France 2.
“Aunque, si les preguntas qué me pasa, probablemente te dirán ‘está trabajando en algo en este momento, no está exactamente al 100% con ello ahora’”, dijo Elmaleh.
Pero explicó su conversión en términos místicos, diciendo que la “Virgen María me tomó bajo su ala”.
“Me dirigí a ella poco a poco, y empecé a pedirle que me ayudara, especialmente antes de los espectáculos”, dijo.
Elmaleh, de 51 años, recuerda que de niño tenía miedo de entrar en una iglesia cuando crecía en su Casablanca natal. Se trasladó con sus padres a Canadá cuando tenía 17 años y de allí a París en la década de 1990. “Estaba completamente prohibido. Mi padre me decía: ¿Ves este edificio? No entres ahí”, dijo.
Elmaleh, que vivió varios años en Estados Unidos hasta que regresó recientemente a Francia, fue elegido en 2007 el “hombre más divertido del año” por los espectadores del canal de televisión TF1.
Su madre ha sido menos comprensiva cuando le contó por primera vez su cambio de fe.
“Me dijo: ‘Vas a cambiar de Dios, así que también puedes cambiar de padres’“, recuerda de una conversación que también llegó al guión y a la película. Esas palabras “fueron muy violentas, me golpearon muy fuerte”, dijo Elmaleh. “Pero esta es la cuestión, que también le expliqué: No voy a cambiar de Dios. Sigo creyendo en el mismo Dios”.
Las reacciones al anuncio de Elmaleh fueron variadas. Algunos fans, incluidos los judíos, le felicitaron en Twitter por seguir con valentía y plenitud un viaje espiritual, mientras que otros le reprocharon. Algunos reaccionaron con escepticismo hacia el artista.
“Esto es sin duda una broma”, escribió en Twitter Pierre-Ange Zalcberg, abogado de una asociación que promueve las donaciones de sangre en Francia.
Alain Jakubowicz, anterior presidente del grupo antirracista LICRA, que es judío, expresó su confusión en forma de pregunta. “¿Cómo hacer una película de éxito a partir de un viaje personal?”, tuiteó sobre la conversión de Elmaleh.