En el aniversario de la fundación de Tel Aviv, descubrimos cómo esta metrópolis se convirtió en la ciudad más judía del mundo, una urbe llena de historia, cultura y vida.
Orígenes de la ciudad
En 1909, un grupo de 60 familias judías soñaron con construir una ciudad hebrea en una desolada duna de arena cerca de Jaffa. Su objetivo principal era establecer una ciudad que representara la autodeterminación judía y que reflejara y complementara la vida como judío.
Los fundadores de Tel Aviv, muchos de ellos jóvenes idealistas procedentes de Europa del Este, construyeron la ciudad sobre tres pilares: la tierra de Israel, la defensa de Israel y la cultura judía.
Estos jóvenes también desarrollaron un hebreo no bíblico y adoptaron la comida sefardí del Oriente Próximo en lugar de la europea, buscando así reinventar la identidad judía en un entorno moderno.
Neveh Tzedek y las huellas de la historia
El barrio de Neveh Tzedek en Tel Aviv alberga la yeshiva original Torah v’Avodah y la casa de Shmuel Yosef Agnon, Premio Nobel de Literatura. Estos lugares históricos nos recuerdan las raíces y los sueños de los fundadores de la ciudad.
El bulevar Rothschild, con su arquitectura modernista y Bauhaus, es otro ejemplo del legado de los soñadores que construyeron Tel Aviv. En el número 10 de este bulevar, un pequeño quiosco de madera blanca marca el lugar donde las familias declararon su sueño de construir la ciudad.
La identidad judía en la arquitectura y la vida urbana
Las calles de Tel Aviv reflejan la identidad judía en sus diseños curvos, similares a las ramas de una menorá, y en su orientación de norte a sur, evitando mirar hacia la costa que representa la Europa abandonada.
Los edificios de la ciudad, con sus líneas sencillas y funcionales, no revelan la riqueza o pobreza de sus habitantes, lo que refuerza la igualdad y la cohesión en la comunidad.
La vida judía en la actualidad
En la actualidad, Tel Aviv cuenta con unas 550 sinagogas activas y yeshivot laicas. Los viernes por la tarde, se tocan canciones de kabbalat Shabat en los bares, y la ciudad sigue siendo un centro vibrante de vida judía en todos sus aspectos.
¿Perpetuamente judía?
La pasión por la historia y la ciudad de Tel Aviv sigue viva hoy en día. Aunque la ciudad enfrenta desafíos, la esperanza es que, como dijo Rav Kook, los judíos encontrarán su camino y la ciudad seguirá siendo perpetuamente judía.